Pizzería Tío Tomate abre su quinto local y aterriza en La Dehesa

La nueva sucursal se encuentra en un recinto de 3.000 metros cuadrados y requirió una inversión de $700 millones. La cadena espera recuperar en cuatro años la inversión en su nuevo local.


Ubicada en la comuna de La Dehesa, la pizzería Tío Tomate abrió su quinta sucursal, la que ya se está funcionando. Se trata de un recinto de 3.000 metros cuadrados, para lo cual, según el socio de la compañía, Rodrigo Arellano, se invirtieron cerca de $700 millones.

Tío Tomate nació en 2007 con tres socios fundadores: Pablo del Río, Matías Valdés y Andrés Rodríguez. Pusieron una pizzería frente a una discoteque en el centro de Cachagua, en la Región de Valparaíso. Andrés Rodríguez había trabajado antes con un amigo, Rodrigo Arellano, con quién abrieron el restaurante La Jardín, en Avenida Italia con Francisco Bilbao.

A siete años de la creación de Tío Tomate, los tres socios fundadores sumaron a Arellano y a Matías Rodríguez, hermano de Andrés Rodríguez, a la gerencia, para finalmente establecerse en la capital con un local en el Paseo El Mañío en la comuna de Vitacura. Luego se expandieron a Maitencillo. La última sucursal en el barrio Italia se abrió en 2017, a dos cuadras de La Jardín, restaurante que ya no existe.

El nuevo proyecto comenzó en el 2021. El lugar que antes ocupaba el Parque de Diseño y Artesanía comenzó a remodelarse para abrir la nueva sucursal de Tío Tomate en 2022. Ahora ya se encuentra abierto, pero tendrá su inauguración oficial el 7 de marzo. Es una terraza amplia inserta en un área verde. Según la empresa, allí buscan ofrecer un lugar acogedor en medio de la ciudad.

“Es como estar fuera de Santiago, estando ahí en la mitad de La Dehesa, ya que vimos que las únicas cosas que hay por la zona son strip center o malls. Queríamos darle un aspecto un poquito más acogedor en la naturaleza”, dice Arellano, agregando que el público objetivo de esta comuna ya conoce a Tío Tomate por sus locales ubicados en el litoral central.

El local cuenta con 150 asientos, pero apuntan a llegar a los 400 con el crecimiento del restaurante. Además, tienen disponibles 90 estacionamientos. Hasta el momento hay alrededor de 60 trabajadores contratados, al igual que en el resto de sus sucursales, pero estiman que podrían aumentar hasta 80 debido a que se está implementado una amasandería como centro de distribución de masas a sus propios locales y a otras pizzerías socias.

La realización de este proyecto salió del bolsillo de los cinco socios del restaurante. En toda su trayectoria la pizzería no han sumado otros inversionistas para financiar el crecimiento, pero han tenido ofertas. Así lo asegura Arellano. Varias veces los centros comerciales han demostrado su interés para instalar la marca dentro de estos, pero los socios de Tío Tomate se han negado.

“No hay mucha estrategia en lo que hacemos nosotros. Nos han llamado mil veces de malls, nos han ofrecido pagarnos el local y después descontarnos, pero nunca hemos aceptado. Nos llamaron para venir a ver este local y nos enamoramos de inmediato”, cuenta Arellano.

En el contexto mundial en el que se ha evidenciado un aumento del costo de las materias primas, las pizzerías se han visto afectadas por el alza del costo de la harina, queso y proteínas. Esta última sobre todo, según Arellano, ha sido la que más ha afectado a Tío Tomate. En general, las materias primas habrían aumentado un 18%. Al igual que en muchos otros restaurantes, los precios de los productos han aumentado, según Arellano, alrededor de un 10%.

El socio de Tío Tomate, Matías Rodríguez, ve la recesión económica como una oportunidad debido al rango de precios manejados por la empresa. “Siempre el concepto de Tío Tomate ha sido generar un lugar de encuentro, pero con precios razonables. En una recesión hay personas que no dejan de ir a restaurantes, sino que buscan una opción que sea más económica” explicó.

Los dueños de esta pizzería esperan recuperar la inversión de este nuevo local en aproximadamente cuatro años. Además, proyectan que “al tercer mes estemos con 200-250 personas y que esto vaya creciendo. Que se genere una fidelidad en los almuerzos. Nos preocupa más que la gente vaya en el almuerzo que en la noche” declaró Arellano.

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