Sintoniza el sonido: la lista definitiva de las joyas ocultas del rock latino

Sintoniza el sonido: la lista definitiva de las joyas ocultas del rock latino FOTO: Los Twist

Este año cumplen cuatro décadas algunos de los discos que dieron forma al rock latino, como los primeros títulos de Los Prisioneros o Soda Stereo, o Piano Bar, de Charly García. Pero el fenómeno también tuvo una cara B. Bandas y solistas de un solo éxito, humor corrosivo y unos deseos enormes por dejar atrás las dictaduras. Este listado recupera las piezas en el olvido, las canciones que merecen ser rebobinadas.


Con el rock latino los reduccionismos susurran clichés como los días de los raros peinados nuevos -frase que debiera pagar peaje en el periodismo musical-, y el aplastante dominio subcontinental del rock argentino capitaneado por Soda Stereo, Charly, Virus y Sumo, mientras Chile tenía como carta ganadora a Los Prisioneros -los únicos de franquicia exportable con fenomenal arrastre y letras al mentón-, secundados por Aparato raro, Upa! y Cinema, entre otros.

Aquel movimiento pop rock en español provocó una explosión de bandas y solistas en Latinoamérica y España, hermanadas por algunos rasgos más profundos que los maquillajes sombríos y los pelos escarmenados. El humor, la ironía y la parodia, por ejemplo, fueron motores de esta movida, como una manera de reflejar las sociedades post dictatoriales de Argentina, Uruguay y Perú, y otras como la nuestra rumbo al fin del gobierno de facto.

The Police, Duran Duran y The Cure fueron paradas obligatorias en estos grupos que deseaban desesperadamente superar todo rastro de la década previa -”deja la inercia de los 70″, cantaba furioso Jorge González-, incluyendo los hippies, el progresivo, y la trova.

Acá un listado de recuerdos remotos del rock latino, a un clic de distancia.

*Suéter

El single Elefantes en el techo provocó confusiones en el terremoteado Chile de 1985. Se daba por descontado que se trataba de un nuevo éxito de Charly García, un malentendido que no era del todo gratuito.

Charly produjo 20 caras bonitas, el tercer álbum de la banda de Buenos Aires liderada por el cantante y tecladista Miguel Zavaleta, tomando decisiones drásticas. Descartó las composiciones del guitarrista Jorge Minissale, privilegiando el material del vocalista, inclinado a la new wave y el pop.

Era la nueva dirección del grupo formado en 1981, cuyos inicios ligaban entre el progresivo, de gran impacto en la escena trasandina de los 70, y la denominada Música divertida, un movimiento nacido con la nueva década. A través del humor, la sátira y elementos teatrales, diversas propuestas se solazaban a costa de la dictadura y los tabúes de la sociedad argentina. Los Twist fueron la banda definitiva del género, los inicios de Virus estuvieron ahí, y lo mismo Soda Stereo en su debut de 1984 con canciones como Mi novia tiene bíceps y ¿Por qué no puedo ser del jet-set?

Suéter se descarriló con la edición de Misión ciudadano I (1987), un álbum de tintes conceptuales sobre una expedición interestelar albiceleste rumbo a la Luna. Se separaron en 1989 para registrar regresos esporádicos, hasta el quiebre definitivo en 2007.

*Instrucción Cívica

Dúo bonaerense formado por Julián Benjamín y Kevin Johansen -futura estrella pop por cuenta propia-, que alcanzó la fama con un single hoy improbable por su letra como La chica tartamuda, contenido en su álbum debut Obediencia debida (1986), donde también destacó el single homónimo. Al año siguiente editaron un segundo álbum con escasa repercusión, donde Benjamín cedió la voz principal a Johansen. Ante la falta de éxito se separaron en 1988.

Instrucción cívica fue un semillero de reputados músicos como el baterista Fernando Samalea (Gustavo Cerati, Illya Kuryaki & The Valderramas), el bajista Gustavo Donés (Suéter, Charly García, Fito Páez), y el multiinstrumentista Axel Krygier (Soda Stereo).

*Pie Plano

Este proyecto del baterista Juan Ricardo Weiler experimentó en pleno el auge y caída del rock latino en Chile. Según se relata en Las Voces de los ‘80 (2012) de Emiliano Aguayo, fue el manager de Los Prisioneros, Carlos Fonseca, quien aconsejó a Weiler superar el jazz rock de su banda Ojo de Horus (donde militó un jovencísimo Ángel Parra) y sus vestigios progresivos, para ponerse al día con la new wave y el synth pop.

“(...) nos llevó una noche completa a su disquería Fusión -cuenta el músico- y nos llenó de discos de Depeche Mode, Ultravox, Thomas Dolby, Missing Persons, Howard Jones. Quedamos absolutamente trastornados (...)”.

Ese giro desembocó en la primera alienación de Aparato Raro, donde Weiler fue baterista y protagonista de los característicos coros operáticos del clásico Calibraciones (1985).

En una escena donde surgían proyectos paralelos entre miembros de bandas como Electrodomésticos, Cinema y Paraíso Perdido, entre otras, con artistas que solían estudiar música o sonido en la Universidad de Chile, Weiler se marchó de Aparato Raro y trabajó con Pablo Herrera y Rudy Wiedmayer, grabó con Emociones Clandestinas, y fue testigo de las sesiones de Pateando piedras (1986) de Los Prisioneros.

Formó Pie Plano a instancias de Fonseca, que le ofreció grabar de inmediato para el sello EMI. El resultado fue Ciudad moderna (1987). Al año siguiente el grupo se dispersó en medio de la rápida debacle del rock latino.

*Don Cornelio y la Zona

Considerados como un referente de culto con un pop rock más oscuro, los bonaerenses Don Cornelio y la zona anotaron un hit en 1987 con Ella vendrá, parte del disco debut homónimo producido por Andrés Calamaro, que solo llevaba el nombre del grupo liderado por Roberto “Palo” Pandolfo.

No lograron repetir el impacto con Patria o muerte (1988), para desbandar al año siguiente. Pandolfo siguió en actividad hasta su fallecimiento a los 56 años en 2021.

*Rio

Los inicios Rio fueron en 1984 bajo el pomposo nombre Royal Institution Orchestra, en el distrito de Puerto Libre en Lima. Pocho, Cucho y Chachi lanzaron Televidente en 1985, un corte new wave que abordaba una de las obsesiones del rock de aquella década -la televisión-, con registros como Mentalidad televisiva de Los Prisioneros (1984), Cajitas rectangulares (1987) de Emociones clandestinas y Sobredosis de TV (1984) de Soda Stereo.

El tercer single de Rio La Universidad (cosa de locos) tuvo repercusión local, lo mismo el álbum debut de 1986 Lo peor de todo, y su single homónimo con un video de antología. El tercer disco Revolución (1990) fue grabado en Santiago y les fue pésimo. Un ligero traspié para una banda aún activa, considerada como uno de los grandes del rock peruano, con una discografía de once títulos en 40 años.

*Alphonso S’entrega

Antes de los Fabulosos Cadillacs y de Los Pericos, el mejor antecedente del ska y el reggae argentino estaba en este grupo, con fama entre músicos y famosos de la Argentina post dictadura. A sus shows llegaban precisamente los miembros de aquellas bandas que luego internacionalizaron los sonidos de Jamaica, y otros como Charly García, Andrés Calamaro y David Lebon.

Liderados por Daniel Morano, Alphonso S’entrega lanzó apenas dos álbumes entre 1986 y 1988 (el primero lo empezó a producir Charly hasta que se marchó nadie sabe por qué), inscribiendo el hit Barrio chino. Sus conciertos eran memorables por costumbres como volver a tocar cuando el público ya había abandonado la sala, y porque atraían mujeres guapísimas.

Morano era personaje por cuenta propia gracias a un mítico programa de radio -El Tren-, antecedente del estilo de Rock & Pop. También fue el productor de Peter Capusotto y sus videos, la extraordinaria sátira televisiva sobre el rock argentino -y la sociedad trasandina en general- protagonizada por Diego Capusotto. Se separaron en 1989.

*Los Tontos

Este trío uruguayo tuvo alta rotación radial en Chile con sus primeros dos discos plagados de humor negro y absurdo mediante canciones como Himno de los conductores imprudentes -conocida popularmente como La canción del puré-, Ana la del quinto, La Gordita 103 (con versos imposibles hoy como “era un poco gordita, pesaba 103, no era del todo fea, se parecía a John Wayne”), El gerontocida y Mi guaterclo azul (ayer se me perdió), una sátira a Unicornio de Silvio Rodríguez.

Al igual que la gran mayoría de las bandas del rock latino, estaban influenciados por el sonido de The Police, pero tenían desvíos punk rock fenomenales como Pásame la escoba en el debut de 1986, con letra al grano:

Llévame a la alcoba, pásame la escoba,

frótame con ganas, haz crujir la cama,

pégame con fuerza, haz que me retuerza,

mátame si quieres, dime que te mueres

En el segundo álbum Al natural (1987) incluyeron una versión de Agua podrida de Leo Maslíah -un referente para el cantante y bajista Renzo Teflón-, y otros títulos memorables como Policías, Oído, nariz y garganta, Lo nuestro ha terminado (otra letra improbable: “lo nuestro ha terminado, te fuiste con un negro, que viste en el mercado”), y Juego de masacre.

A pesar del humor, la música contagiosa y el éxito fuera de Uruguay -se presentaron en el teatro Providencia en septiembre de 1987 junto a Valija diplomática-, Los Tontos no se llevaban bien. En 1988 se marcha Teflón y la alineación clásica desaparece para siempre.

*Fricción

Promocionados como la banda alternativa de Gustavo Cerati junto al cantante y guitarrista Richard Coleman, Fricción lanzó apenas un par de discos con suertes dispares, suficientes para quedar registrados en el rock latino.

El single Perdiendo el contacto del primer álbum Consumación o consumo (1986), producido por el líder de Soda Stereo, supera notoriamente el resto del material, una especie de catálogo con escasa destilación de influencias británicas, que ha envejecido horrorosamente en canciones como Arquitectura moderna.

El segundo título Para terminar (1988), también bajo la producción de Cerati, resultó mucho más cohesivo y macizo, con cortes notables como Sin plegarias, Enjaulados y el cover de Heroes de David Bowie.

Debido a la escasa difusión, el grupo se separó en 1989.

*Hombres G

Institución del rock de España desde el debut Hombres G de 1985, aquel álbum dejó establecida la fórmula: pop chicloso envuelto de humor negro y la sátira en canciones como Venezia, Dejad que las niñas se acerquen a mí, y el clásico Devuélveme a mi chica, conocida también como Sufre mamón.

Subieron la vara al máximo con La cagaste… Burt Lancaster (1986), con éxitos integrales del rock latino como Marta tiene un marcapasos y El ataque de las chicas cocodrilo. Es considerado como su mejor trabajo, en una discografía de 13 títulos que ha vendido 20 millones de copias.

*Los Twist

Los reyes de la Música divertida eran también -sin disimulo- la versión argentina de The B-52′s, con su estilo kitsch revivalista alimentado del primer rock & roll, la surf music, el pop chicle y, por supuesto, el twist, aquel baile y estilo de ascenso astronómico y breve reinado a comienzos de los 60.

Formados en 1982 por el cantante y guitarrista Pipo Cipolatti y el saxofonista Daniel Melingo, que venía de Los Abuelos de la nada (y más tarde militaría en la banda española Los Toreros muertos), Los Twist reclutaron a Fabiana Cantilo para lanzar en 1983 La Dicha en movimiento.

Producido por Charly García, contenía clásicos como Cleopatra, la reina del twist y Jabones flotadores. Al año siguiente se marcha Cantilo y publican Cachetazo al vicio colmado de títulos con títulos perfectos de Música divertida como Acuarela homosexual, Mirando vidrieras, comparando precios, y Probé de todo.

Los éxitos radiales volvieron con el álbum La Máquina del tiempo (1985) con singles como Twist de Luis junto a la participación de Andrés Calamaro, Charly, Gustavo Santaolalla, y Miguel Zavaleta de Suéter. El disco incluye la canción Gloria aleluya que contenía la voz del predicador televisivo Jimmy Swaggart, tal como la utilizó Electrodomésticos en No estás viviendo bien de ¡Viva Chile! (1986).

Los Twist se separaron en 2016 después de seis álbumes.

*Banda 69

El pasado 5 de abril Robert Rodríguez se presentó en el barrio Brasil como parte de un nuevo capítulo de Banda 69 a más de 40 años de sus orígenes, el grupo que el músico peruano lideró en los 80 bajo el alero de Los Prisioneros.

Rodríguez estudiaba en la facultad de artes de la Universidad de Chile, donde conoció al baterista Jorge Silva y al bajista Waldo Castillo. Según se relata en Las Voces de los ‘80 de Emiliano Aguayo, Rodríguez y Jorge González se hicieron muy amigos e intentaron componer juntos sin resultados, para derivar en el apoyo de la banda de San Miguel que, se comentaba en los 80, solía facilitar sus instrumentos a Banda 69.

González produjo el primer registro del trío publicado en 1988, con algunas canciones que ya llevaban temporadas de rotación radial como Fantasías sexuales y La espía que no me amó. En 1990 Rodríguez se integró a la segunda etapa de Los Prisioneros para promocionar el álbum Corazones en vivo. Más tarde se uniría a Jardín secreto junto a Miguel Tapia y Cecilia Aguayo.

*Viuda e hijas del Roque Enroll

Solo mujeres alinearon en esta banda de corte kitsch y vintage también adherente a la Música divertida, movimiento que lideraron junto a Los Twist, con letras de doble sentido como Agítese antes de usar -”vienen de muchos tamaños, grandes, chicos y medianos”-, y otras sobre drogas (asunto recurrente en la Música divertida) como Carolina Amoníaco -”ya no hay ronda, ya no hay brasa, tengo sed dame más agua, Carolina Amoníaco, estás muy colocada”-.

Viudas e hijas del Roque Enroll se formó en 1983 con María Graciela Epumer en guitarra, Claudia Ruffinatti en teclados, Mavi Díaz en voz y la bajista Claudia Senesi, publicando al año siguiente su primer álbum con éxitos como Bikini a lunares amarillos, dominuto, justo, justo, y cortes de títulos kilométricos como Pequeño manual de la técnica anticorrosiva del twist y afines. En el siguiente disco, el notablemente bien producido Ciudad catrúnica (1985), destacó el cover de Lollipop, un viejo hit de 1958. Se separaron ante los tibios resultados del álbum Vale cuatro, editado en 1986.

*Emociones Clandestinas

Cuando apareció Abajo en la costanera en 1987, uno de los mejores discos de rock chileno de todos los tiempos, Emociones clandestinas ya tenía un recorrido que los había llevado a la radio y la televisión un par de años antes, cuando Carmen Gloria Narváez era la cantante y bajista.

Los demos de 1985 y 1986 contienen canciones que formarían parte del debut oficial como Anímate, Cajitas rectangulares y No me puedo acostumbrar. Sin embargo, la banda de Concepción es sinónimo de Jorge “Yogui” Alvarado, y por ella han pasado capos-capos de la escena penquista como Álvaro Henríquez e Iván Molina, batero que alineó en los inicios de Matorral. Un segundo álbum titulado tentativamente Beat! quedó inconcluso.

*Ariel Rot

Debajo del puente (1984) era una demostración patente del nivel alcanzado en la escena musical argentina a mediados de los ochentas.

La producción internacional del memorable single de Ariel Rot, es una clase de sonido de la época entre baterías electrónicas, fanfarrias por sintetizador, y una guitarra insinuante y concisa. Rot ya tenía carrete como cantante y guitarrista en España como miembro de Tequila. Tras un par de discos solistas, Rot trabajó con Andrés Calamaro, hasta que en 1990 formaron Los Rodríguez en Madrid.

*Viena

Hacia 1986 ninguna banda en Chile tenía el sonido y el look de Viena. Producidos por el experimentado Hernán Rojas, el cuarteto de Claudio Millán en voz y teclados, los hermanos Archie y Pedro Frugone en bajo y guitarra, y el baterista Francisco Koch, distribuyó una primera versión de Niña engreída en radios como Galaxia en Santiago y Recreo de Viña del Mar. El tempo era más lento y oscuro, mientras el estribillo contenía versos eliminados posteriormente -”me llamas demente, te ríes de mí”-, que el sencillo oficial acompañado de un video de alta rotación.

Entre 1987 y 1988 Viena se paseó por la televisión incluyendo una polémica aparición en el estelar Martes 13. Se ganaron el veto del canal católico debido al maquillaje, los aros y la ropa, que años antes también había causado escozor en el mismo programa con el debut de Soda Stereo, aunque sin consecuencias. La banda publicó el excelente Viena (1986), seguido de Viena II (1988). Se separaron ese mismo año, en medio de peleas entre Millán y el resto.

*Duna

En 1989 la Fiat estaba por lanzar una nueva versión de su modelo Duna y para la banda bonaerense homónima, que no había registrado el nombre, supuso problemas.

Fue así como después de dos discos -uno de los sinos del rock latino-, Duna llegó a su fin, luego de haber inscrito un single memorable como Final Marruecos. La canción publicada en el primer álbum de 1987 apenas disimula las influencias de Soda Stereo en la etapa de Signos. Duna se reconvirtió en Los Abejorros en los 90, para regresar con su alineación original en 2014.

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