PDI entrega características generales de los perfiles sicológicos de líderes e integrantes de sectas

<p class="bullet">Gonzalo Torrealba dijo a <b>La Tercera</b> que las personas que encabezan organizaciones, como la de Colliguay, tienen alta capacidad de persuasión y seducción, mientras que los integrantes, son altamente sugestionables.</p> <p class="bullet">El profesional, además, asegura que los seguidores de estos grupos son "personas manipulables y que en ocasiones tienen carencias familiares".</p>




Los líderes de sectas como la de Colliguay "tienen una alta capacidad de persuadir al otro, tienen conductas manipuladoras, seductoras y este tipo de vínculos tienen la característica que es instrumental, es decir, yo me relaciono con otro para obtener una ganancia". Así lo define el sicólogo de la PDI Gonzalo Torrealba a La Tercera, luego de que ayer se conociera que el líder de esta agrupación quemara vivo a un bebé de tan sólo tres días por creer que era el anticristo.

El profesional de la PDI indicó que "esto es como los vendedores, todos tenemos de cierta manera, una capacidad de persuadir, pero por ejemplo, en el transcurso del tiempo se desarrolla una capacidad y esto significa obtener un objetivo, una ganancia, ciertas herramientas para seducir. Ahora no todos logramos desarrollar esto de manera perversa, elementos recurrente en estos casos, es que la manipulación tiene un fin perverso, es decir, yo me relaciono con otro  sin perjuicio de lo que pase con éste".

Consultado sobre las posibles razones de estas conductas, Torrealba indicó que puede responder a carencias afectivas y al darse un tratamiento, "difícilmente lograrán desarrollar un grado de contacto, empatía".

En cuanto al arrepentimiento de una conducta criminal, como es el caso de "Antares de la Luz", el sicólogo asegura que "no hay una resonancia afectiva en los hechos".

MIEMBROS DE LAS SECTAS CRIMINALES

En cuanto a las personas que forman parte de estas agrupaciones, Torrealba puntualizó que estos "son vulnerables, sugestionables, hay un estigma de que estas personas que caen son de bajo nivel socioeconómico, pero no necesariamente".

Por ejemplo, miembros de la secta de Colliguay era profesionales y jóvenes. Ante esta situación, el profesional explicó que son "personas manipulables y que en ocasiones tienen carencias familiares" y lo que buscan es "suplirla en otro nivel externo, entonces estos líderes los manipulan".

"Como son jóvenes, aumenta el grado de vulnerabilidad, se están desarrollando, se hace más fácil el tema de manipulación (…) El hecho de que alguien sea altamente manipulable no necesariamente implica que esté alterado el nivel de juicio crítico, de igual forma hay capacidad de darse cuenta del mal causado, el daño, obviamente cuando las personas son altamente vulnerables , los sujetos para ser parte del grupo toman conductas que para los líderes son relevantes, en tanto, la ganancia es ser parte del grupo, el grado de pertenencia", dijo Torrealba.

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