Peña Nieto aprueba reformas clave en su primer año de gobierno

Gracias al "Pacto por México", entre el PRI y los opositores PAN y PRD, el mandatario aprobó cambios educativos y tributarios. La reforma energética, que podría poner fin al monopolio de la estatal Pemex, amenaza con romper la alianza impulsada por Peña Nieto.




Un artículo publicado el 21 de noviembre de 2012 en The Economist, titulado "Mexico's moment" y firmado por el propio Enrique Peña Nieto, dio luz al concepto. El mismo que el nuevo presidente mexicano reiteró al cierre de su discurso de toma de posesión, el 1 de diciembre de ese año: "Vienen, de eso estoy convencido, mejores tiempos para todos los mexicanos. Porque éste, éste es el momento de México". A tres semanas de cumplir su primer año de gestión, el ex gobernador del Estado de México ya exhibe el logro de tres grandes reformas, gracias al pacto firmado por los tres principales partidos del país. Lo mismo que el descenso de las cifras de violencia. Sin embargo, la ambiciosa reforma que su gobierno prepara para el sector energético, que podría terminar con el monopolio de la petrolera estatal Pemex, aparece como el mayor desafío para Peña Nieto, quien, sin embargo, podría ver destruida su frágil alianza política a raíz de esta iniciativa.

Al día siguiente de comenzar su sexenio, Peña Nieto participó en la firma del acuerdo llamado "Pacto por México" entre la Presidencia de la República con el oficialista PRI y los opositores PAN (derecha) y PRD (izquierda). El pacto estableció, entre otros, acuerdos para el crecimiento económico, para la seguridad y la justicia, el combate a la corrupción y la gobernabilidad democrática.

Así, durante los primeros 100 días de la administración de Peña Nieto, tres emblemáticos casos consolidaron el optimismo internacional sobre México: el encarcelamiento de la líder del poderoso Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación Elba Esther Gordillo (acusada de corrupción), la aprobación de la reforma educativa en lo general y el cambio del discurso sobre el combate al narcotráfico, al enfocarse principalmente en reducir la violencia en vez de atacar a las organizaciones criminales de manera frontal, como fue la tónica durante la gestión de Felipe Calderón.

Gracias al "Pacto por México", además de la educativa, Peña Nieto logro imponer en menos de un año las reformas de telecomunicaciones y tributaria. Con esta última el gobierno pretende aumentar la recaudación del Estado en US$ 17.830 millones para el año 2014. "El Pacto por México sin duda facilitó o ha facilitado que haya o se genere un mayor consenso", afirmó el mandatario.

Sin embargo, los problemas internos surgidos en el pacto tras el desgaste ocasionado por la reforma fiscal podrían agudizarse con el debate de la reforma energética. "El gobierno está enfrentando su mayor desafío, que es la reforma energética… Este será el momento en el que vamos a ver si el Pacto por México va a seguir o se va a romper", dijo a la edición mexicana de la revista Forbes Irene Mía, directora regional para Latinoamérica en la Unidad de Inteligencia de The Economist.

A esta reforma, cuyo debate se iniciaría a fines de mes, el gobierno de Peña Nieto llega, a priori, muy solo políticamente. Si bien aprobó la reforma fiscal con los votos del PRD, se sabe que no tendrá ese respaldo para la reforma energética, afirma el portal Infolatam. Podría, no obstante, buscar el del PAN, pero la relación se presenta más deteriorada que nunca, por lo que el PRI no contaría con los votos necesarios para impulsar la ley. Para The Wall Street Journal se trata de una reforma que "podría desatar una nueva ola de protestas en un país con un largo historial de nacionalismo petrolero".

Además, a cambio de que se discuta la reforma energética, el PAN exige al PRI que primero quede aprobada la reforma político electoral, que incluye puntos como la reelección de legisladores y alcaldes, la posible creación de un Instituto Nacional Electoral (INE) y el endurecimiento de sanciones por violar la ley en comicios, apunta CNN México.

Para el columnista mexicano Rubén Aguilar Valenzuela, el futuro del "Pacto por México" parece incierto. "Al interior del PAN y el PRD existen grupos que consideran que sus partidos deberían salirse del Pacto, para radicalizar sus posturas y contrastarse de manera más clara y abierta frente al actual gobierno. En su análisis, el Pacto sólo ha beneficiado al PRI y ha borrado políticamente la alternativa que representan el PRD y el PAN", concluyó.

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