Prioridad de gobierno canadiense a la seguridad por sobre la inversión amenaza la compra de BlackBerry

El ministro del gabinete, Tony Clement, dijo que la seguridad nacional tendría un papel en la evaluación de las ofertas por el fabricante de smartphones que está buscando comprador.




La prioridad que ha dado Canadá a la seguridad nacional a expensas del comercio está limitando la capacidad de las compañías como BlackBerry para atraer a los inversionistas extranjeros.

El gobierno mencionó motivos de seguridad nacional para rechazar la compra de una empresa de telecomunicaciones canadiense por parte de un comprador extranjero esta semana, primera vez que hace este tipo de referencia al impedir una operación desde que se agregó una cláusula de seguridad nacional a la ley de absorciones de 2009.

La medida llega en momentos en que se estudia más a fondo a las compañías extranjeras de las industrias estratégicas como la energía y la tecnología.

El ministro del gabinete, Tony Clement, dijo el pasado 8 de octubre que la seguridad nacional tendría un papel en la evaluación de las ofertas por el comprometido fabricante de smartphones BlackBerry, que está buscando comprador.

En esa línea, el presidente de la consultora SeaBoard Group, Iain Grant, señaló que "la seguridad nacional es lo que más pesa".

"Si la competencia y el interés de los consumidores son el principal interés del gobierno, la seguridad nacional de todos modos pesa más", acotó.

El primer ministro Stephen Harper parece estar tomando en cuenta las inquietudes que plantearon las autoridades de inteligencia sobre la seguridad de las redes de datos y otras infraestructuras. Esto podría entrar en conflicto con las promesas de su gobierno de aumentar la competencia en la industria inalámbrica y atraer capitales extranjeros para desarrollar los recursos naturales de Canadá.

Papel sensible

El gobierno se refirió a cuestiones de seguridad no especificadas cuando no autorizó la venta de la división Allstream de Manitoba Telecom Services por 520 millones de dólares canadienses (US$500 millones) a una firma de inversión cofundada por el multimillonario egipcio Naguib Sawiris.

El ministro de Industria, James Moore, no explicó en detalle la decisión y sólo dijo que la operación con Accelero Capital Holdings Sarl Group estaba prohibida conforme a las disposiciones sobre seguridad nacional de la ley de inversiones extranjeras de Canadá.

La portavoz de Industria, Jessica Fletcher, no accedió a formular comentarios cuando Bloomberg News la contactó ayer.

BlackBerry pidió ofertas a empresas rivales, luego de aceptar el mes pasado una oferta tentativa de US$4.700 millones de Fairfax Financial Holdings, su mayor accionista.

De acuerdo con el convenio, BlackBerry tiene hasta el 4 de noviembre para evaluar otras propuestas que podrían provenir de Estados Unidos o Asia, mientras Fairfax y un grupo de inversionistas estudian los libros de la compañía y reúnen financiamiento.

El máximo responsable ejecutivo de Fairfax, Prem Watsa, dijo que su consorcio tiene un fuerte contingente canadiense, pero aún no ha dado el nombre de ninguno de sus socios.

Una oferta extranjera por BlackBerry planteará los mismos problemas que la transacción de Allstream dado que ambas firmas usan infraestructura que maneja datos sensibles, estimó David Skillicorn, profesor de ciencias de la computación de la Universidad Queen en Kingston, Ontario.

"El gobierno de los EE.UU. es cliente de BlackBerry y otros gobiernos pro-occidentales también son clientes de BlackBerry", apuntó.


"No es sólo el gobierno canadiense el que va a querer intervenir en esto. Otros gobiernos van a decir: 'Esperen un momento, esto también nos incumbe a nosotros", añadió.

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