Real Madrid se queda con el clásico madrileño pensando en la Champions

Los merengues vencieron 2-1 al Atlético de Madrid con equipo alternativo, para cuidar a sus figuras para la revancha frente al Borussia Dortmund.




Real Madrid se quedó con un triunfo en la jornada 33 de La Liga, donde se enfrentó a su rival madrileño y venció por 2-1 con gran actuación del argentino Angel Di María, que forzó un autogol y anotó el tanto de la victoria. 

El clásico de Madrid estuvo cargado de amarillas y con festejos desde los primeros minutos de partido.

Real Madrid visitaba al Atlético de Diego Simeone con la tranquilidad de que Barcelona había dejado escapar dos puntos que pudieron haber significado el título de La Liga

en caso de que los dirigidos de "Mou" cayeran en el Vicente Calderón.

La novedad era el elenco alternativo que los merengues presentaron, sin siquiera Cristiano Ronaldo en el banco de suplentes. El que sí tuvo camiseta titular fue Diego López, relegando una vez más a la banca a Iker Casillas, aún cuando pudo haber sumado minutos en un equipo con rotaciones.

La apertura del marcador fue para los locales. En los 4 minutos de partido, la ofensiva del Atlético de Madrid aprovechó una descoordinación de la defensa rival en un tiro libre para armar una jugada en el área que finalizó el goleador Radamel Falcao, que con un cabezazo en área chica desató la celebración tempranera de la hinchada albirroja.

La alegría duro poco, pues nueve minutos más tarde, Angel Di María sirvió un tiro libre que Juanfrán desvió con la cadera, dejando sin opciones a su portero y anotando en propia puerta el empate para la "Casa Blanca".

De ahí en más, el partido se equiparó en opciones de peligro, con Diego Costa y Di María como protagonistas en cada equipo. El primer tiempo finalizó con empate en el marcador y con un total de 6 amonestados.

La segunda fracción inició nuevamente con un Atlético de Madrid volcado al ataque, pero cuando parecía que el segundo gol para los locales estaba cerca, Di María apareció a los 63 minutos con una diagonal que desconcertó a toda la defensa albirroja, y remató cruzado para vencer a Courtois y dejar las cosas a favor del Real. 

A partir de ese momento, Mourinho comenzó a mover las fichas para cuidar el marcador favorable, haciendo ingresar a Xabi Alonso, Varane y Modric. La apuesta funcionó y con mayor posesión del balón, los merengues supieron contener a un rival, que no cesó en la búsqueda del empate, pero que no encontró soluciones para dar con el gol. 

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