Venta de sede y despidos de docentes: los efectos de la quiebra de la U. Arcis

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Liquidador designado por el tribunal aseguró que sólo recontratará a los empleados "indispensables". El encargado, que guió el cierre de la U. del Mar, dijo que se había vendido el inmueble de Huérfanos.




Sorprendidos y preocupados. Así están al interior de la comunidad universitaria de la U. Arcis, luego de que se diera a conocer el fallo del Cuarto Juzgado Civil de Santiago que obliga a la liquidación de todo el patrimonio del plantel. Esta situación se originó por la demanda de una empresa de seguridad por una deuda de $ 85 millones, pero la sentencia obliga a juntar todas las otras que mantenía el recinto. En total, la institución tiene una morosidad que supera los $ 8.000 millones.

Con esto, el Mineduc se encuentra obligado a nombrar un administrador de cierre y revocar su reconocimiento oficial, según lo señala la normativa vigente. Sin embargo, la ley entrega un plazo de cinco días para apelar al fallo, decisión que adoptó ayer precisamente el interventor provisional, Patricio Velasco.

Pese a que el año académico estaba programado para que partiera el 13 de marzo, ayer desde temprano funcionarios y alumnos comenzaron a llegar a la sede ubicada en calle Libertad. Fue allí donde 117 empleados fueron notificados de su despido. El liquidador nombrado por el tribunal, Cristián Herrera, lo confirmó: "Se despidió a los trabajadores de la universidad conforme al procedimiento normal de liquidación. Eso es lo que corresponde hacer".

Herrera, quien ya había liderado el proceso de quiebra de la U. del Mar, explicó que "había muchos trabajadores, pero algunos no habían sido despedidos por no tener sus leyes sociales al día y por eso esta casa de estudios tenía más gente de la que necesita. No estoy en condición de decir ahora cuántos se van a recontratar, pero van a ser los indispensables, el mínimo necesario".

El liquidador, quien abandonó la universidad en su primera jornada cerca de las 21.00 horas, aseguró que pedirá la continuidad de giro de la institución, para que puedan terminar su formación los actuales estudiantes.

La noticia fue recibida con nerviosismo por los trabajadores y causó problemas. "Vine a matricularme y en medio del proceso dijeron que pararán y dejarán todos de trabajar, porque les habían dicho que estaban despedidos", dijo Hugo Rojas, alumno de quinto año de Sicología.

A las 18.00, alumnos y profesores se reunieron para analizar la situación. "Nos percatamos de los despidos cuando tratamos de entrar a los correos institucionales y no pudimos", denunció un funcionario en la asamblea. Los sindicatos de trabajadores 1 y 3 dijeron que no iban a firmar las cartas que los desvinculaban.

Después de esta asamblea, Herrera se reunió con los funcionarios y a algunos les entregó la carta de despido. Sin embargo, Patricio Velasco no apareció, lo que generó críticas. "El administrador provisional supo la noticia a la una de la tarde del martes, no llegó a la universidad y estamos esperando respuestas. Esperamos que se ponga a la cabeza de la institución", criticó Francisco Gárate, jefe de la carrera de Pedagogía y Párvulos.

Precisamente, según informó el liquidador, él y Velasco se reunirán hoy. Herrera, consultado respecto de esta situación y si se compara con la que vivió la U. del Mar -que aún está en proceso de cierre-, señaló que "son similares. Se va a trabajar con el mínimo necesario para terminar el proceso académico de los alumnos".

Además, el Mineduc confirmó que la U. de Chile inició la compra de la sede de Huérfanos, una de las dos que el plantel tiene en venta y de las cuales no es propietario, sino que ocupa en formato de leasing (arriendo con opción de compra). "Ignoro cuántos recursos son. Tiene que haber una liquidación donde el dueño de la compañía de leasing debe recibir su parte y lo que quede de eso va a ir a la universidad", dijo Herrera. Por esto, la venta de dicha sede y de la de Libertad sólo permitiría saldar las deudas bancarias.

Según la información que entregó el administrador provisional en diciembre, si se lograba matricular 570 alumnos nuevos y se concretaba ambas ventas, podían seguir funcionando. Sin embargo, ayer el Ministerio de Educación señaló que no logró matricular a los 570 alumnos que necesitaba en primer año para seguir existiendo. Actualmente, hay cerca de 500 alumnos cursando distintas carreras.

La jefa de la División de Educación Superior, Alejandra Contreras, aseguró que aunque el Mineduc no tiene la cifra definitiva de estudiantes nuevos, "sabemos que es un número bastante lejano a lo que se había estimado como mínimo, por la propia universidad, en términos de su estabilidad financiera, por lo tanto es difícil que se logre alcanzar la meta de aquí al 10 de marzo".

Dicha fecha es el plazo que estableció la institución para informarles a sus alumnos la continuidad del plantel. Cabe destacar que la meta en inscritos fue revelada por Velasco luego de que la ministra de Educación, Adriana Delpiano, señalara que la U. Arcis necesita un administrador de cierre y no provisional. Tras las conversaciones con Velasco, la secretaria de Estado dijo que "si no se llega a eso (570 matriculados), vamos a tener que cambiar el carácter del administrador".

A pesar de todo, el ministerio no ha comenzado la búsqueda de un administrador de cierre, "a la espera de que los trámites judiciales se concreten", dijo Contreras.

El presidente del Consejo Nacional de Educación (CNED), Pedro Montt, señaló que el procedimiento que indica la ley para la clausura de una institución es que el Mineduc lo solicite al CNED y éste autorice la revocación del reconocimiento oficial. "En la medida en que el Mineduc decide iniciar el proceso de cierre, no puede haber alumnos nuevos. Esto de que se matriculen alumnos nuevos y se les diga que el 10 de marzo les avisan si funciona o no el plantel, es ponerse el parche antes de la herida. Pero si el ministerio quiere actuar en consecuencia de la situación actual, tiene que tomar resguardo de lo que está ocurriendo", agregó Montt.

Ayer, además, Contreras señaló que los plazos de apelación no impiden que se ejecuten acciones por parte del liquidador. En ese sentido, la jefa de la Divesup remarcó que "él puede realizar acciones, pero hay que considerar que la norma de la Ley 20.800 dice que prevalece las decisiones del administrador provisional en lo que tiene que ver con la continuidad de la actividad académica, como los bienes muebles e inmuebles". Por esto, explicó Contreras, el liquidador y el administrador deberán coordinarse para poder ejecutar las acciones.

Respecto de los nuevos estudiantes matriculados, Contreras subrayó que "se les dijo que el 10 de marzo se sabría si la universidad continuaba o no. Ellos pueden esperar a que esto se defina, porque aún hay plazos para apelar a la decisión del tribunal, o esperar al 10 de marzo, que es la fecha en donde el plantel tiene que decir si hay actividades académicas o no".

Si bien Herrera enfatizó que buscará que los actuales alumnos terminen sus estudios, enfatizó que en su rol de liquidador "lo que prima siempre es el interés de los acreedores, de manera que si ellos, que son fundamentalmente los trabajadores de la casa de estudios, deciden que no quieren seguir con la continuidad de giro, se le pone término a ésta".

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