Vocero del Presidente de Irán ataca a Dilma Rousseff y dice que Lula hace falta

"La presidenta brasileña golpeó todo lo que Lula había hecho. Ella destruyó años de buenas relaciones", afirmó Ali Akbar Javanfekr, asesor personal de Mahmoud Ahmadineyad y jefe de la agencia de noticias estatal Irna.




Un vocero oficial del Presidente de Irán, Mahmoud Ahmadinejad, criticó duramente a la diplomacia brasileña bajo el gobierno de la Presidenta Dilma Rousseff y la acusó de destruir las buenas relaciones que habí­a entre ambos paí­ses, según una entrevista publicada  hoy por el diario Folha de S. Paulo.

Ali Akbar Javanfekr, principal asesor de Ahmadinejad, consideró que la cercaní­a alcanzada por los dos paí­ses durante la administración de Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010) desapareció desde que Rousseff asumió el poder un año atrás.

"La Presidenta golpeó todo lo que (el ex Presidente) Lula habí­a hecho. Destruyó años de buen relacionamiento", expresó Javanfekr en la entrevista.

"Lula hace mucha falta", agregó Javanfekr, en declaraciones que van en el rumbo contrario de las formuladas por el embajador de Irán en Brasil, Mohsen Shaterzadeh, quien la semana pasada negó tajantemente cualquier deterioro en las relaciones entre Teherán y Brasilia tras la toma de posesión de Rousseff, en enero de 2011.

Consultada al respecto, la oficina de prensa del Ministerio de Relaciones Exteriores comentó que "las relaciones con Irán son correctas" aunque aclaró que no responderí­a directamente las crí­ticas del portavoz de Teherán.

Según Javanfekr, el cambio en las relaciones se dio en marzo, cuando Brasil apoyó en el Consejo de Seguridad de la ONU una moción para investigar abusos de derechos humanos en Irán.

Bajo el gobierno de Lula, Brasil evitó apoyar sanciones contra Teherán e incluso medió, junto con Turquí­a, un acuerdo internacional para evitar la aplicación de sanciones a Irán como represalia por su programa nuclear, que según potencias occidentales oculta un programa de armas atómicas.

La diferencia de actitud hacia Irán se hizo evidente desde antes de que Rousseff asumiera el poder, cuando siendo presidenta electa calificó como "barbarie" la sentencia de lapidación a una mujer iraní­.

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