Saltar la cuerda, un ejercicio básico y completo para practicar en casa




Saltar la cuerda es un ejercicio que nos lleva mentalmente a la infancia, a las esperadas clases de Educación Física o a tardes con amigas en la plaza, saltando al ritmo de distintas canciones. Lo bueno, es que además de la nostalgia que a algunas nos provoca, este deporte también puede resultar muy provechoso para los adultos, puesto que se trata de una actividad cardiovascular completa, que no requiere de mucho espacio.

Según especifica Agustina Valenzuela, entrenadora física y fundadora de Umove, este deporte trabaja el tronco superior, es decir pectorales, bíceps, tríceps, trapecio, dorsal, entre otros; la zona media o core, ya sea músculos abdominales, músculos de la espalda, piso pélvico; así como también el tronco inferior, que corresponde a cuádriceps, isquiotibiales, pantorrillas, etc.

“Es importante destacar que, al saltar la cuerda, es fundamental tener la zona media firme y concentrarse en mantenerla así, ya que de lo contrario, puede provocar que toda la presión se vaya a las rodillas generando problemas en ellas. Además, la respiración también es otro factor importante para evitar calambres, esta debe ser coordinada en cada salto. Por ejemplo, cada tres saltos, respirar, después cada tres inhalar”, detalla la entrenadora. Otra de las técnicas que se incluyen en este ejercicio es mantener la cabeza recta y la mirada al frente, no hacia abajo.

Otros de los beneficios de este ejercicio es que además de trabajar un porcentaje importante de músculos del cuerpo, se ejercita la coordinación y la concentración. En cada salto, la persona está obligada a sincronizarse con sus movimientos y el trabajo muscular, es por eso que muchos deportistas como corredores, boxeadores o futbolistas entrenan también esta práctica para mejorar sus habilidades.

Un estudio observó que saltar la cuerda mejora significativamente la eficacia cardiovascular. Se demostró que saltar la cuerda 10 minutos al día durante seis semanas podría mejorar la resistencia física, en relación a una persona que trota 30 minutos al día por la misma cantidad de tiempo.

“Es un deporte entretenido, especialmente para una persona que no es tan deportista. Se puede partir de a poco, ya sea con 10 segundos -o lo que a una le acomode-, hacer una pausa, de ahí continuar con otros 10 segundos y de a poco aumentar el tiempo. En entrenamientos con mis alumnas muchas veces practico el movimiento de saltar la cuerda imaginaria, ya que es bueno para partir y agarrar el ritmo”, cuenta Agustina.

Y es que a la hora de saltar, una vez que se domine el salto básico se pueden agregar otro tipo de movimientos, e incluso bailes para hacerlo más dinámico y entretenido. Existen diversos saltos tales como elevando las rodillas, con una pierna, cruzando las brazos, salto con doble giro o probando distintos movimientos de pies. “La música es siempre una buena alternativa para complementar”, agrega.

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