Chile Vamos abre discusión sobre acuerdos por reformas con el gobierno

Senadores de Chile Vamos. Foto: Marcelo Benítez / Agencia Uno.

Aunque las primeras declaraciones de las colectividades de derecha tras el plebiscito fueron de distanciarse de las reformas emblemáticas del Ejecutivo, ahora la apuesta de algunos en el sector, principalmente en RN y Evópoli, es mostrar apertura para marcar un contraste con el Partido Republicano.


Esta semana distrital, sin sesiones en el Congreso, le entrega una suerte de respiro al tenso ambiente que se instaló entre el gobierno y la oposición tras el plebiscito constitucional. La semana pasada estuvo marcada por el ingreso de la acusación constitucional contra el ministro de Vivienda, Carlos Montes (PS), y el portazo de los partidos de derecha a las reformas emblemáticas de La Moneda.

Sin embargo, la apuesta de algunas colectividades del sector es que ese ambiente comience a cambiar. Y es que en Chile Vamos -y con más claridad en RN y Evópoli- comenzaron a dar señales de apertura respecto a la posibilidad de llegar a acuerdos con La Moneda.

Uno de los primeros gestos en esa línea se dio con la reforma de pensiones. El viernes pasado, el diputado Diego Schalper (RN) le escribió en X (antes Twitter) a la ministra del Trabajo, Jeannette Jara: “Hay disposición de llegar a acuerdos e incluso a evaluar mecanismos de solidaridad que no perjudiquen a la clase media”.

Una frase que llamó la atención en la derecha, debido a que el sector se ha opuesto a los mecanismos de solidaridad propuestos por el Ejecutivo, como destinar parte de los seis puntos de cotización adicional de los trabajadores a un fondo de solidaridad.

El mensaje, además, contrastó con las declaraciones que dieron los partidos después de la derrota del “A favor” en el plebiscito constitucional. El lunes posterior a la elección, el presidente de la UDI, el senador Javier Macaya, le envió un duro recado a Palacio. “Encuentro insólito, lamentable e indignante que el gobierno pretenda, a propósito del resultado de ayer, impulsar o darles oxígeno a malas reformas (...). El gobierno no va a contar con nosotros para subir los impuestos y para expropiar el fruto de los trabajadores chilenos”, manifestó.

El mismo Schalper fue criticado internamente en la derecha por sus declaraciones; sin embargo, el diagnóstico que se hace en el sector es de que debe haber una mirada política de más largo plazo. Los dirigentes en privado dicen que el resultado del referéndum deja de manifiesto que las posturas extremas -las que en la UDI, RN y Evópoli asocian al Partido Republicano, por la derecha, y a Apruebo Dignidad, por la izquierda- no son valoradas por la ciudadanía.

Chile Vamos se abre a acuerdos con el gobierno. Imagen del Partido Republicano.

En ese sentido, consideran que hoy la gente aprecia que se llegue a acuerdos y posturas en común entre la clase política. Eso, dicen, quedó reflejado con el fracaso de la propuesta constitucional, que solo contó con el apoyo de los partidos de derecha y del centro, pero no de la izquierda, y también quedó de manifiesto, agregan, en el anterior plebiscito de salida en que la propuesta representaba principalmente a la izquierda, pero no al centro ni a la derecha.

Y esa misma estrategia es la que en Chile Vamos esperan impulsar para diferenciarse del Partido Republicano y de José Antonio Kast, en medio de la rivalidad que ambos bloques tienen por el electorado del sector.

En RN sostienen que el emplazamiento de la gente a la clase política después del plebiscito fue de buscar acuerdos, y que Chile Vamos debe diferenciarse de los republicanos, pues agregan que -hasta antes de los comicios- estaban “mimetizándose” con la tienda de Kast.

“Quedó en evidencia posplebiscito para todo el mundo que hoy día los extremos están fuera de la política chilena, no podemos seguir extremando posiciones, hay que buscar acuerdos. Los dos plebiscitos demostraron que los extremos fracasaron y que llegó la hora de la moderación”, dijo a La Tercera el jefe de bancada de RN, Frank Sauerbaum.

A nivel de la directiva de RN el pensamiento es compartido, y hoy su presidente, el senador Rodrigo Galilea, dio una señal en esa línea. “Siempre vamos a estar del lado de lograr acuerdos que realmente aporten a los ciudadanos donde ellos más esperan”, sostuvo en entrevista con radio Futuro.

De todas maneras, en esa colectividad transmiten que en cualquier acuerdo no cederían en los temas fundamentales como los seis puntos de las cotizaciones o aumentar impuestos, sino que buscarían fórmulas alternativas. Por ejemplo, se evalúa como mecanismo de solidaridad pedir un préstamo para las cotizaciones, el que se pague a futuro.

Esa postura, dicen en RN, marca un contraste con el Partido Republicano, que es visto como una oposición más dura en la discusión de la agenda legislativa del Ejecutivo.

El presidente de la UDI, Javier Macaya. FOTO: FRANCISCO VICENCIO/AGENCIA UNO

¿Y la UDI?

En la UDI, por otro lado, no hay una mirada única sobre cómo aproximarse con el gobierno. En principio hay consenso en que hay disposición para sentarse a conversar y hacer propuestas respecto a las reformas que se están discutiendo, sin embargo, no están disponibles para aprobar tal cual están la reforma de pensiones y el pacto fiscal.

En ese sentido, en el partido sostienen que es el Ejecutivo el que tiene que ceder, y que -en caso de que ello ocurra- habría mayores posibilidades de llegar a un pacto.

Macaya, de hecho, afirmó a La Tercera que “se está generando una dicotomía que es incorrecta. Acá es el gobierno el que no quiere llegar a acuerdos, porque pone arriba de la mesa una propuesta para llegar a un acuerdo en algo que no solamente no conversa con la evidencia técnica hacia dónde avanzan los sistemas de pensiones, que no es hacia reparto, sino que capitalización individual, sino que tampoco conversa con lo que es popular, con lo que la gente piensa que debe ser el destino de su cotización”.

En la derecha recuerdan las apuestas fallidas por consensos por parte de La Moneda, como la vez que se convocó un “acuerdo por seguridad”, pero, acusan, que no se consideraron las propuestas de la derecha y luego se indultó a una serie de presos del estallido social.

En el gremialismo, en todo caso, es el partido en que más debate interno se ha generado sobre si deben alejarse o acercarse a los republicanos. Hay algunos parlamentarios que están convencidos de que deben desmarcarse del partido fundado por Kast y tener una “oferta distinta”, con su propia identidad. Y que para eso, agregan, es necesario mostrar gobernabilidad y acordar materias con el Ejecutivo.

Por ejemplo, el presidente del Senado, Juan Antonio Coloma (UDI), aseguró que “no solo ahora, sino que siempre, en el ámbito público hay que entender el momento en el que el país necesita buenos entendimientos, lo que no es lo mismo que cualquier acuerdo. Cuando el gobierno sitúa la lógica de llegar al acuerdo como un valor en sí mismo, yo digo ojo, ha habido acuerdos, como la reforma tributaria anterior, que fueron malos acuerdos y dañinos. Hay que ser muy cuidadosos. Pero el país sí necesita buenos entendimientos”.

De todas formas, otros tienen una postura más dura y, al igual que Macaya, emplazan al Ejecutivo a ceder. “El gobierno está enfrascado en un diálogo de sordos, porque no quiere escuchar. No escucha a la ciudadanía ni tampoco a los partidos de oposición. Si realmente quiere avanzar en proyectos de ley, primero debe sentarse humildemente y considerar todas aquellas propuestas de la oposición que son buenas para el país. No puede ser tan soberbio de pensar que solo desde La Moneda se piensan buenas iniciativas. El ánimo de Chile Vamos siempre será el de conversar y dialogar para alcanzar acuerdos que beneficien a los chilenos”, afirmó el jefe de comité de los senadores UDI, Gustavo Sanhueza.

En ese sentido, no es la primera vez que la UDI toma una postura más dura en comparación a RN. Esto también ha ocurrido en negociaciones como la reforma de pensiones, o el acuerdo por seguridad.

En el gremialismo, de todas formas, sostienen que la postura de la UDI es la de promover una “derecha responsable”, en el sentido de que no serán una oposición que niegue “la sal y el agua”, pero que tampoco promoverán malos acuerdos, sino que estarán siempre disponibles para entendimientos cuando consideren que sean beneficiosos para el país. Eso también lo grafican mencionando que la UDI históricamente ha sido así, como en la época en que el partido era presidido por Pablo Longuera y negociaba con la extinta Concertación.

En Evópoli, en tanto, la mirada es más crítica. El expresidente de esa colectividad Hernán Larraín Matte dijo el sábado a La Tercera que “la asimilación con republicanos es el camino al fin de Chile Vamos”. Una mirada que es compartida por otros dirigentes de esa tienda.

Chile Vamos se abre a acuerdos con el gobierno

En ese partido, además, recalcan que deben concentrar los esfuerzos en preocuparse de demandas ciudadanas, por lo que la discusión del pacto fiscal, reforma a las pensiones y los temas de seguridad pública asoman como las principales materias en su agenda.

De hecho, Larraín Matte agregó que “Chile Vamos, en mi opinión, tiene que abrirse desde sus convicciones de forma muy nítida a negociar con el gobierno”.

En ese contexto, transmiten que deben mostrarse como un partido dispuesto a dialogar y llegar a consensos.

El diseño para marcar diferencias con republicanos, añaden las mismas fuentes, es “siendo consistente” y dar cuenta de que pueden dar señales de gobernabilidad, a diferencia, agregan, de republicanos.

Esa tienda además ha dado otras señales de alejamiento de los republicanos, como acercarse a tiendas de centro como Amarillos y Demócratas.

Consultada al respecto, la presidenta de Evópoli, Gloria Hutt, recalcó que “el ánimo de diálogo ha estado siempre, particularmente en Evópoli, promovemos el rol de oposición constructiva (...). Siempre hemos tenido esa disposición y esperamos que esa disposición tenga dos partes activas y que no sólo se nos convoque a reuniones para presentar lo que ya viene decidido, si hay un ánimo de conversación, tiene que haber una mejor disposición a revisar lo que se propone”.

Hasta el momento la derecha ha estado dividida por las recriminaciones entre Chile Vamos y los republicanos por el resultado del plebiscito. Mientras algunos buscan contener las tensiones apostando a la unidad de otros desafíos, como las elecciones municipales del próximo año, otros creen que es momento de endosar las responsabilidades del fracaso.

En republicanos, en todo caso, el propio Kast indicó la semana pasada que estaban dispuestos a llegar a acuerdos “razonables” con el Ejecutivo.

La apertura de RN y de Evópoli supone un avance para el Ejecutivo, el que desde la semana pasada reforzó los llamados para conseguir un acuerdo en pensiones y pacto fiscal. Este lunes, de hecho, la ministra vocera de gobierno, Camila Vallejo, sostuvo que “ya han habido señales y no voy a entrar a personificar, pero durante la mañana ya hemos tenido algunos parlamentarios, con importante liderazgo dentro de la oposición, señalando que hay disposición a conversar y dialogar y no se han mantenido en la lógica de trincheras, como lo tuvimos en un momento”.

En esa línea, agregó que “hay voces que han comprendido lo que significó el resultado del plebiscito, que la ciudadanía demanda salir de la lógica del atrincheramiento y pasar a la lógica de los acuerdos, porque esto no se trata de nosotros mismos se trata de las personas que están esperando de nosotros mayor capacidad de acuerdos”.

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