La Fiscalía Nacional entra en “estado de alerta” ante inminente llegada de Ángel Valencia

El abogado Ángel Valencia en una imagen de 2018.

Son cinco las unidades especializadas que tiene la principal oficina del ente persecutor, las cuales son de extrema confianza de quien lidere la institución. Es por eso que ante la posibilidad de un abogado "externo" arriba para dirigir al organismo, varios inquilinos de la entidad ya preparan su salida. El exfiscal, en caso de que el Senado lo ratifique, ya decidió que hará cambios profundos y removerá funcionarios.


Los días para que la Fiscalía Nacional siga sin jefe, al parecer, están por terminar. Este lunes el candidato del gobierno, el abogado y exfiscal Ángel Valencia, expondrá en la comisión de Constitución y luego deberá ser ratificado por 2/3 del Senado.

Este es el tercer intento de La Moneda para conseguir designar al sucesor del exfiscal nacional Jorge Abbott. Pero aun cuando el profesional se ha posicionado como “el favorito” entre senadores, el hecho de que sea una persona externa al Ministerio Público y su cercanía con sectores políticos, está generando incomodidad en el ente persecutor.

En los últimos días en la Fiscalía Nacional hay funcionarios que separan a quienes estuvieron o no en campaña para empujar al nuevo jefe de la institución. Ya hecha esa diferenciación, dicen de qué lado estar y reconocen que saben que la situación se ve compleja.

Que Valencia haya sido el nominado por el Presidente Gabriel Boric para ser el futuro fiscal nacional genera inquietud en las oficinas de Catedral 1437, principalmente, porque muchos funcionarios resienten que el eventual nuevo jefe del Ministerio Público sea una persona que venga de afuera de la institución. Esto debido a que el organismo siempre ha sido liderado por fiscales. Para otros su posible llegada representa el desafío de demostrar por qué trabajan en la institución y, por ende, no se van a ir hasta que les pidan el cargo.

“No tiene idea de cómo es esto por dentro, porque estuvo muy poco”, comenta en privado una persona que tiene un alto cargo en la Fiscalía Nacional y que dice que de concretarse el arribo de Valencia, renunciará. La misma fuente cuestiona las redes políticas que tiene el profesional, como por ejemplo su lazo de amistad con el senador Álvaro Elizalde (PS), y su cercanía con RN. Ambos elementos no caen bien al interior del organismo encargado de perseguir los delitos.

Por otra parte, hay quienes no son tan duros, pero reconocen que existe un clima tenso y extraño, tras estar más de 100 días sin fiscal nacional, luego de la jubilación de Abbott y la fallida ratificación del Senado a los dos candidatos propuestos por el gobierno: José Morales y Marta Herrera.

Además, muchos de los funcionarios llevan más de 15 años en la institución, donde conocen el sistema organizacional y cómo operan “los códigos internos”.

Entre los funcionarios, además, lamentan lo doloroso que ha sido el proceso y los “heridos” que quedaron en el camino. “Lo complejo para el nuevo fiscal nacional será liderar con los conflictos internos que hay. Mucha gente se jugó el cargo por un determinado candidato haciendo campaña”, señala otra fuente de la Fiscalía Nacional.

En la entidad -para graficar el clima que existe- muchos apuntan al rol que, dicen, ha tenido en esta carrera para fiscal nacional, la esposa de Valencia, María José Taladriz, actual subdirectora de la Unidad de Responsabilidad Penal Adolescente y Delitos Violentos. Las mismas fuentes advierten que ella debería renunciar en caso de que el nominado del gobierno llegue a calle Catedral. También existirían otras posibilidades administrativas que permitirían, por ejemplo, que Taladriz pueda trasladarse a otra institución en comisión de servicio. Sin embargo, desde el entorno de Valencia comentan que en caso de que el Senado lo ratifique, Taladriz renunciaría a su cargo.

La sorpresa del externo y los cambios que prepara el nuevo jefe

Aunque no se habló con nombre y apellido de nadie, en el Consejo General de Fiscales realizado el 19 de diciembre, los 19 investigadores regionales coincidieron en que era necesario que el tema se resolviera luego. En ese entonces, la candidata del gobierno era Herrera -actual directora de la Unidad Especializada Anticorrupción del Ministerio Público- es decir, una funcionaria de carrera en el ente persecutor.

Entre los fiscales regionales estaban convencidos -dice uno de los presentes- que de no ser Herrera la ratificada por el Senado el segundo candidato de La Moneda sería el fiscal regional de los Ríos y fiscal nacional (S), Juan Agustín Meléndez o el fiscal regional de Aysén, Carlos Palma.

Los persecutores regionales coincidieron en que lo más conveniente era que el tercer candidato fuera alguien de las filas del del Ministerio Público, por lo que a muchos los tomó por sorpresa la nominación de Valencia. Más aún cuando el gobierno había dado señales explícitas de que no lo iba a nominar dado que era el favorito de los senadores.

Eso es lo que se comenta en las sedes regionales del Ministerio Público, ya que, mientras tanto, en la Fiscalía Nacional -cinco funcionarios con cargos de jefatura- reconocen que el clima es extraño, más porque no saben con qué lógica de trabajo llegará el eventual nuevo jefe del ente persecutor, aunque intuyen que habrá cambios profundos y despidos masivos.

“En mi opinión el fiscal nacional debería ser un fiscal de carrera, que primero haya sido asistente, luego adjunto, regional y que la cúspide sea ser jefe del Ministerio Público”, advierte el presidente de la Asociación de Fiscales, Francisco Bravo.

Lo expuesto por Bravo como algo negativo es interpretado de otra forma por el abogado penalista Matías Kunsemuller: “Hay muchos que creemos que es supervalioso que llegue al Ministerio Público alguien de afuera y esto responde a una razón bien particular y es que las instituciones que se van transformando en el tiempo en instituciones endogámicas, se vuelven muy complejas de cambiar. Estar muchos años en una institución como esta no te permite detectar sus debilidades y ahí yo creo que la mirada que puede entregar Valencia es sana”.

De ser ratificado por el Senado -necesita 33 votos favorables-, Valencia le ha transmitido a sus cercanos que hará una detallada revisión de los equipos para definir con quiénes se queda, aunque advierten que sí o sí habrá cambios profundos.

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