El Sars-CoV-2 está mutando lentamente; el Covid-19 mata más que cualquier enfermedad en Chile; el virus ya existía en agosto de 2019: tres cosas que aprendimos del coronavirus esta semana

Foto: REUTERS

La mutación de un virus es algo natural, pero la velocidad con que lo hace el Sars-CoV-2, es una buena noticia según los científicos.


El Sars está mutando lentamente

De manera natural, todos los virus, mientras se replican al interior de las células que infectan, sufren cambios es su genoma, según explicó un artículo de Qué Pasa. Dicho de otro modo, el virus que ingresa en el organismo de una persona, puede no ser idéntico al que sale de ella para infectar a otra.

Es lo que los científicos conocen como mutación.

La buena noticia es que el virus que causa la enfermedad Covid-19, muta pero no tanto como la influenza y los cambios que se han visto hasta ahora no son significativos ni plantean cepas nuevas que impliquen mayor contagiosidad o severidad de la enfermedad.

Esto es importante si se piensa en el desarrollo de un antídoto: en teoría, una virus estable podría ser más fácil de controlar con una vacuna.

Vaccine Exemptions Schools

El hallazgo fue realizado por científicos del Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins, que secuenciaron el genoma del coronavirus en seis ciudades del mundo, descubriendo de sus escasas diferencias.

Según Peter Thielen, biólogo molecular de este centro, el virus influenza, por ejemplo, tiene muchas formas de cambiar y lo hace en cada temporada de gripe, que obliga a desarrollar una nueva vacuna todos los años.

“El virus no muta tan rápido como el VIH o la influenza. La base de datos de las secuenciaciones que se han hecho en Chile son de alrededor de 150 o 200 genomas y no se han visto cambios distintos”, dijo Eduardo Castro, profesor asociado del Centro de Bioinformática y Biología Integrativa de la U. Andrés Bello, parte del grupo que ha estado secuenciando el genoma del virus que circula en Chile, y que confirma su ahora, aplaudida estabilidad.

La triste mortalidad del coronavirus en Chile

A cien días del primer caso notificado en Chile de coronavirus, el patógeno rompió una triste marca: es, con cerca de 28 muertes diarias, la enfermedad que más chilenos mata en el país.

El Covid-19 mata diariamente a más personas que el cáncer de próstata o de mama, o enfermedades como el alzhéimer o los infartos al miocardio.

Solo hasta este viernes, el nuevo coronavirus ya ha matado 2.870 personas. Comparado con la cifras de mortalidad del año de 2017, de acuerdo al Anuario de Estadísticas Vitales del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) de ese año (última cifra disponible), está entre las 10 enfermedades más mortales del país, con la salvedad que en este registro, se consideran las muertes en todo un año. Para el caso del nuevo coronavirus, solo poco más de tres meses.

Así, en en el año 2017, en Chile murieron 106.388 personas. De esa cifra, 1.519 fallecieron a causa del cáncer de mama, 1.904 por cáncer de colon, 2.185 por cáncer de próstata y 1.092 por alzheimer. Todos durante un año.

Si bien su letalidad apenas ronda el 2%, su infinita contagiosidad lo hace peligrosamente mortal, más que cualquiera de las enfermedades que asolan a los chilenos.

Eso, sin considerar la subnotificación, sobre todo porque la fórmula de conteo de fallecidos en el país, no sigue la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que pide registrar también los casos sospechosos de Covid-19 aun cuando no exista una orden de test PCR.

Coronavirus ya existía hace casi un año

China y EE.UU. volvieron a enfrentarse por el coronavirus. Esta vez, por un estudio de investigadores del Harvard Medical School de Boston (Estados Unidos) que aseguró que el nuevo coronavirus estaría circulando por Wuhan (China) desde el pasado mes de agosto.

Los científicos llegaron a esta conclusión tras analizar imágenes satélites de los estacionamientos de los hospitales de Wuhan así como las búsquedas en Internet sobre términos relacionados con síntomas característico del nuevo coronavirus.

Según estos expertos, analizando más de 100 imágenes satélites de Wuhan entre el 9 de enero de 2018 y el 30 de abril de 2020, lograron determinar un inusual movimiento en estos recintos, que sería por la presencia del nuevo coronavirus.

La conclusión irritó a los chinos. El Ministerio de Relaciones Exteriores de ese país consideró que el estudio está “lleno de deficiencias” y fue “burdamente fabricado”.

Según las autoridades chinas, el nuevo coronavirus fue detectado en diciembre y China compartió a principios de enero su código genético con la Organización Mundial de la Salud (OMS).

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