El modelo Lamborghini chileno




Hace 3 años la PDI descubrió un  taller clandestino que falsificaba autos con carrocería Lamborghini Countach y los vendía  en $ 15 millones. ¿Realmente alguien creería que tenía un  Lamborghini en la puerta de la casa? Pasa lo mismo con las ofertas de los candidatos hoy: largas listas de nuevos de propuestas (carrocería), pero poca o ninguna claridad en la inversión en recurso humano (motor con todas sus partes). Queremos un Estado marca Lamborghini, pero estamos dispuestos solo a pagar una triste falsificación.

Todos quienes hemos tenido la experiencia de trabajar en  el Estado sabemos que es el peor empleador, pero al que le exigimos más tareas y más complejas. Alabamos los avances en transparencia, pero poco nos preocupa cómo se asumen: 182.000 solicitudes en últimos 4 años,  de las cuales un 49% van a ministerios sociales y municipios. ¿De qué manera se  enfrentan esta carga laboral a los funcionarios? ¿Estarán debidamente capacitados para ello? Por cierto el ranking de los municipios que no responden a tiempo estas solicitudes es número puesto en la pauta de los medios (el porqué no).Surgen demandas propias de países desarrollados como el ruido: 4  de cada 5 personas siente que  vive en una ciudad ruidosa (Subjetiva – GAES, 2012). Mi amigo Víctor lleva 7 años lidiando con una empresa que se instaló al lado de su  casa y que trabaja de noche para evitar las multas. Conseguir  sucesivamente un inspector con el equipo para medir ruido ambiente adecuado después de las 22 hrs ha sido una tarea épica.

<em>La Dirección de Presupuestos señala que el año 2004 el Estado disponía de 69.435 empleados a contrata con plazo fijo (un año y si te despiden te vas con nada); el año pasado esa cifra casi se duplicó. El personal a honorarios (en cualquier empresa mantener a un trabajador en esa condición es multa segura) se triplicó (32.313) en mismo período de tiempo, <strong>mientras que el personal de planta bajó de 90.696 a 85.024.</strong></em>

El modelo de Estado tipo  Lamborghini chileno tiene su máxima expresión a nivel local. Sumamos tareas a los municipios: salud, educación, seguridad, medioambiente etc., pero las plantas municipales se encuentran congeladas desde mediados de los 90, lo que contrasta en algunos casos con el explosivo crecimiento de varias comunas. En Maipú se enfrenta cuadriplicando la relación funcionaros de planta vs a honorarios en los últimos cuatro años, mientras que en Puente Alto, se ha septuplicado.  ¿Puedes exigir compromiso y dedicación a un funcionario que lleva meses boleteando?  Sumando todos los funcionarios (planta, contrata y honorarios), la relación con habitantes hay 519 habitantes por funcionarios municipales en la Florida.

Hay pocos funcionarios, pero menos aún los debidamente calificados en cargos claves. Sólo un 58% de los municipios tiene su planta directiva completa. (Asociación Chilena de Municipalidades, 2010). ¿Qué motivación tendrá el mejor egresado de ingeniería, derecho o administración pública para irse a trabajar a un municipio rural o de escasos recursos donde su cargo ni siquiera está en la planta  y con una remuneración están bajo el mercado?  De esta manera solo se aumenta la inequidad territorial donde se esperaría que se nivele la cancha.

La derecha ha construido su discurso en torno  a quitar grasa al estado (palabras del Presidente Piñera). La ex Concertación postuló en la elección pasada más Estado. ¿Quién ha lanzado hoy la consigna de mejor estado? No solo más o menos funcionarios, sino para qué y cómo.  Carlos Manzi se preguntaba por qué nadie debate si es bueno para la gestión tener un municipio que atiende a 700 mil personas como sucede en Maipú o Puente Alto.

<em>Preguntas que no están en la mesa porque no es un tema que convoque manifestaciones ciudadanas. Los gremios del Estado en la práctica lo que defienden son los derechos de quienes están en las plantas y ven como una amenaza cualquier cambio en su situación. <strong>Para el resto, el Estado es visto como algo lejano y abstracto.</strong></em>

No es un tema de agenda para los editores y periodistas ya que es mucho más atractiva la historia del funcionario que soborna, usa en su provecho un subsidio o  es pillado capeando su trabajo. Requiere un esfuerzo mayor  mostrar las limitaciones del sector público para responder de las nuevas demandas y las implicancias  que ello tiene para las personas. Conocer la realidad y meterse detrás del mesón; no solo cuando hay paro. Los medios pueden jugar el rol de fiscalizadores mucho más efectivo yendo al origen de los problemas y no a la consecuencia. Exigir un Lamborghini, especialmente si se ha prometido una velocidad sobre los 300 km por hora puede ser útil en época electoral.

PD: Agradezco las experiencias que compartieron conmigo los alumnos del Diplomado en Liderazgo Laboral de la UC.

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