Esteban Andrada está de vuelta y, por lo que mostró en el triunfo de Boca Juniors sobre Patronato, en plenitud de forma. El arquero rindió la prueba de suficiencia que faltaba para convencer a Guillermo Barros Schelotto y, sin haber mostrado consecuencias de la fractura de mandíbula que sufrió en los cuartos de final de la Copa Libertadores, ante Cruzeiro, después de un duro choque con Dedé, se perfila ahora como titular en la final de vuelta, ante River Plate.

Casi dos meses después de la lesión, el golero xeneize se mostró sólido. Varias tapadas y una decisiva sobre el final en el triunfo xeneize por la cuenta mínima, dieron un mensaje claro: Andrada está listo para jugar. Ahora, el Mellizo tiene la decisión en sus manos: respaldar a Agustín Rossi o devolverle el arco a Andrada.

El más perjudicado es, en cualquier caso, Carlos Lampe. El actual escenario pone en riesgo la presencia el ex arquero de Huachipato siquiera en la banca de suplentes.