Los deportistas están volviendo a la actividad física después de cuatro meses de confinamiento. La situación no solo afectó físicamente a los deportistas, sino también desde el punto de vista mental. El Comité Olímpico realizó hace unos meses un estudio a través del Departamento de Psicología del Deporte, en el que se detectaron varias dificultades.
Frente a los indicadores, se sugirió realizar planes de psicoeducación en higiene y hábitos de sueño, “como una forma de optimizar las horas de descanso, y generar estructuras que permitan retomar el equilibrio de los biorritmos naturales (homeostasis del sistema orgánico)”, además de una vigilancia de la conducta alimentaria de los deportistas e identificar otras conductas, a través de diagnósticos, según consta en el informe.
Con semejantes antecedentes, el COCh inició un programa de acompañamiento a los deportistas en el que se incluyen las sugerencias y se emplean técnicas de relajación, meditación e imágenes mentales, planteamiento de objetivos e higiene del sueño, con el objetivo de buscar estados y emociones agradables. Esta semana se completara la tercera y última sesión vía Zoom, todas durante este mes, para luego ingresar a la siguiente fase.
“Este acompañamiento fue dirigido a deportistas que no trabajan con psicólogo deportivo. El primer objetivo fue evaluar cómo estaban cuando llegaban, aplicando tres pruebas que tienen que ver con la calidad del sueño, con la sintomatología ansiosa y con su ánimo actual. En función de eso, se sacó una línea base y se hizo una intervención, a la que se le llamó acompañamiento. Ahí se les enseñó técnicas a los deportistas para abordar y manejar estos aspectos que estaban desnivelados”, explica Romina Sepúlveda, una de las psicólogas a cargo del estudio, en el que también participaron Felipe Fuenzalida, Juan Adolfo Fernández y María José Martínez, además del metodólogo Rodrigo Villaseca.
A partir de esta semana, estará disponible un protocolo para entrenadores y head coaches para monitorear potenciales situaciones de riesgo y así desarrollar estrategias psicológicas para el regreso de los deportistas tras el confinamiento. Dentro del planteamiento de objetivos que se sugiere, existen cuatro aspectos: voluntad y compromiso; objetivos; opciones; y realidad. “Se realizará un taller para que los entrenadores sean capaces de identificar ciertas variables que pudiesen estar alterando este proceso de retorno deportivo. Pueden ser las mismas variables que hemos trabajado o, incluso, según la poca literatura existente, el confinamiento podría arrojar situaciones de estrés postraumático”, detalla la profesional acerca del taller que contará con la presencia de más de 100 técnicos de 25 federaciones distintas.
“Desde el comienzo de la pandemia hemos detectado la importancia de reforzar el trabajo psicológico con nuestros deportistas y entrenadores. Hemos tenido muy buena recepción de las federaciones con todas las etapas que el equipo a cargo ha ido realizando, y esperamos que este nuevo paso potencie aún más la capacidad de los entrenadores de detectar y derivar a especialistas las situaciones que así correspondan”, añade Miguel Ángel Mujica, presidente del COCh.
Cifras inquietantes
En una muestra realizada con 557 atletas (57,9%, de hombres, un 41,7%, mujeres y un 0,4% prefirió no identificarse). De esa cifra, el 28,6% son futbolistas. El resultado arrojó que el 42,3% entrenó entre seis y 10 horas a la semana; un 26,3%, de 11 a 15; un 16,7%, de cero a cinco; y el 14,7%, más de 15. Además, el 60,1% de los exponentes calificó que sus entrenamientos durante la cuarentena fueron de menor calidad por no tener las mismas condiciones. Por otra parte, un 65,3% cree que la pandemia afectó sus proyectos deportivos.
En el aspecto psicológico los números resultaron inquietantes. El 82,9% de los deportistas presentó dificultades leves o severas para dormir; un 36,8% declaró presentar ansiedad y un 45% la refiere a veces, mientras que un 34,7% reveló que su mecanismo para regular esta anomalía fue ingresar a las redes sociales; un 15,5%, comiendo más de la cuenta; y un 13,6%, relacionándose con otras personas. Otra información que presenta el estudio es que, si bien hay una escasa presencia de estados de depresión y angustia, esta se manifiesta más significativamente en las mujeres.
Este estudio se repetirá próximamente para determinar la efectividad de la intervención. “Queremos volver a evaluarlos dentro de un par de semanas para ver cómo están y si hay que ajustar las técnicas que se les enseñaron a los deportistas”, adelanta Sepúlveda.