Mauricio Pinilla se había demorado largo tiempo en debutar por Coquimbo Unido. Entre los problemas físicos y los administrativos derivados de su fallida llegada a Colón de Santa Fe después de dejar Universidad de Chile, el delantero demostrar en la Cuarta Región las condiciones que lo transformaron en el principal refuerzo para el equipo de Patricio Graff.
La oportunidad llegó esta semana. Con la inscripción en regla y los problemas físicos en el olvido, el entrenador pirata optó por convocarlo para el partido ante Colo Colo, probablemente, el rival favorito para el jugador formado en filas azules.
Pinilla no fue titular. No estaba en condiciones como para jugar desde el arranque. En los 66', el técnico nortino lo llamó para que ingresara a la cancha, en lugar de Jean Paul Pineda. Pinilla besó la cancha del Francisco Sánchez Rumoroso antes de entrar al campo de juego.
Y se hizo notar. Intentó una chilen y le ganó un cabezazo a Insaurralde. Diez minutos después de su ingreso llegó lo más trascendente: anotó con otra acrobacia, una palomita en la boca del arco. Celebró como si se tratara de un desahogo. Coquimbo quedaba 2-0. El retorno había sido feliz.
Incluso sobre el final, Pinilla siguió siendo peligroso. Después de un centro de Farfán, volvió a conectar, aunque se encontró con la oposición de Brayan Cortés.