Harold Mayne-Nicholls: “Es muy difícil que una organización que ha tenido cuatro directores ejecutivos en seis años tenga una buena imagen; no puedo fallar”

Harold Mayne-Nicholls, director ejecutivo de Santiago 2023, posa para La Tercera. Foto: Andrés Pérez

El expresidente de la ANFP asumió esta semana como director ejecutivo de Santiago 2023. Aquí habla de las urgencias, revela plazos y la fórmula para revertir la mala impresión de la corporación a cargo de los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos.



“Acepten la injusticia, traguen el veneno, que todo se equilibra al final”. La vieja y archiconocida frase de Marcelo Bielsa fue la primera imagen que Harold Mayne-Nicholls (Antofagasta, 27 de julio de 1961) encontró pegada en un cartel en su nueva oficina en la Corporación Santiago 2023, donde asumió formalmente este miércoles como director ejecutivo de los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos. La meta es una sola: sacar adelante el mayor megaevento deportivo desde el Mundial de 1962. Ahí también se lleva a cabo esta entrevista, en la que habla del pasado, del presente y del futuro.

¿Quién lo llamó para ofrecerle el cargo?

Me llamó el ministro un viernes para ver si podíamos almorzar. Ya había un ruido subterráneo, uno podía intuir, aunque también podría ser un almuerzo de fútbol. Pero cuando estaba esperando, llegaron la jefa de gabinete del ministro, la jefa de gabinete de la subsecretaria y la subsecretaria. Nos sentamos, me contó la película que había y me dice “queremos invitarte a esto...”.

¿Por qué aceptó?

Porque cuando te ofrecen este tipo de cargo es con respuesta incluida, no hay dos posibilidades.

Pero podría haber dicho que no, también...

Uno no se puede restar cuando te invitan a algo tan importante. Al menos es mi filosofía, no solo en esto. Cuando decidí ser candidato a la ANFP, me decían “oye, cómo vas a ser candidato si tienes tremenda carrera en la FIFA”. Sí, pero el fútbol nuestro lo está pasando mal y yo lo paso espectacular. Aquí es más o menos lo mismo. Cómo vas a restarte. En mi mentalidad, imposible.

Es la primera vez que acepta un cargo de gobierno...

Sí, primera vez que trabajo en una organización público-privada. No tengo el estatus ni el rango ni nada similar al de un funcionario fiscal, pero sí toda la maquinaria. De hecho, el 98% o más de los recursos provienen del Estado. Pero, insisto, si hubiera sido una empresa privada o el Comité Olímpico, habría sido lo mismo. Cómo me resto. Para mí no había dos opciones.

¿Conocía al Presidente Boric?

Sí, estuvimos dos o tres veces en Punta Arenas, mucho antes de que él fuera Presidente; cuando era diputado. Obviamente somos de generaciones distintas, pero nos unen los lazos croatas. Ahora, no lo veía hace cinco o seis años, hasta que lo vi el jueves.

¿Y pudo conversar con él?

No, solo nos saludamos.

¿Tampoco lo llamó cuando asumió?

No, no creo que corresponda tampoco.

¿Siente que su capital como dirigente está en juego?

Nunca he entendido qué significa tener un capital que no sea financiero. Porque si bien es cierto el capital, digámoslo de la manera más brusca, sirve para que no te griten barbaridades en la calle o no te insulten, para mucho más no sirve tampoco.

Lo mismo se decía sobre eso cuando pasó lo de la FIFA y su castigo…

El tema de la FIFA se cayó solo. Fue tan obvio con el tiempo, que sigue siendo un tema que está ahí. Pero es tan evidente la forma de maniobrar que hubo detrás, que es absurdo. Si tú analizas en frío, la FIFA pidió nueve años de castigo por ese correo que mandé y si tú analizas a los que se llevaron miles de millones, no les dieron ni nueve años. Después, cuando la justicia actuó, les dieron para siempre. Fue tan así que, cuando fuimos al TAS, el presidente del TAS en la reunión dijo “esto es tan absurdo. Por qué no llegan a un acuerdo y evitamos los alegatos”, y el abogado de la FIFA quiso llegar hasta el final. Y ahí el TAS dice en el fallo que con lo que ya me aplicaron era suficiente.

Harold Mayne-Nicholls, Director de los Juegos Panamericanos Santiago 2023. Foto: Andrés Pérez

Ahí se lo bajaron a dos años...

Sí, pero yo ya llevaba más de dos cumplidos. Pero eso fue demasiado evidente.

¿Qué encontró a su llegada?

Estoy encontrando todavía. Estoy recabando toda la información posible para hacerme la película completa. Encontré un tema financiero complejo. No de las rendiciones, sino de las platas que se requieren. Complejo, respecto del presupuesto; hay un desfase importante al que hay que ponerle mucha atención. Encontré gente con mucha experiencia y muchas ganas de trabajar, pero siento que se requiere unir las piezas del rompecabezas. Esta carrera hay que correrla en grupo y no en paralelo. Y lo otro que encontré es que hay que dar vuelta esa imagen de negativismo frente a los Juegos. Hay un tema del “no van a llegar”.

¿Realmente alcanza el tiempo?

Aquí hay que dividir en varias líneas. En infraestructura, las obras, y esto lo aprendí en 2008 con los estadios, son de tal nivel de precisión ingenieril, que los tipos te dicen que alcanza y yo les creo. Además, el presidente de Panam Sports y el del COCh son expertos en construcción. Entonces, si los expertos te dicen que llegan, yo que no tengo idea, les tendré que hacer fe. El segundo tema, que es toda la operación misma, y ahí tenemos que acelerarlo, porque a raíz del asunto de los dineros, hay temas frenados. Luego viene la logística. Que las vías exclusivas sean exclusivas y no nos metamos todos; que las velas no se queden metidas en la bodega; o que los caballos que vengan no traigan una epidemia... Hay una logística que está en el día a día. Y la cuarta pata, es la más importante pero la más aburrida, que es el legado de los Juegos. Y ahí tienen que estar las rendiciones, que deben ser precisas y claras. Eso me pidió el ministro.

¿Cómo está la situación de las rendiciones?

Nosotros vamos rindiendo y el IND va observando. No te rechazan una factura de 100 millones porque está en japonés, sino que como eso forma parte de una partida de 10 mil millones, se rechazan los 10 mil millones. Hay que acelerar, no hay otra.

¿Se fijaron algún plazo?

Después de una reunión con la subsecretaria Antonia Illanes y el director del IND, Israel Castro, con los equipos de rendición de la corporación, nos comprometimos a que el 7 de julio sea el plazo final para entregar las observaciones de 2021 y 2022 y las rendiciones hasta junio de 2023.

¿Cómo se revierte la imagen negativa de la corporación?

Eso es cosa de trabajar, trabajar y trabajar. Uno tiene que entender que la imagen no sea positiva. Es muy difícil que una organización que ha tenido cuatro directores ejecutivos en seis años tenga una buena imagen. Hay un pasado que hay que arrastrar, nomás. No te queda otra.

¿Piensa proponer una investigación interna sobre lo que ocurrió?

Al menos de aquí al 25 de noviembre, no. Porque sino voy a gastar una cantidad de energía impresionante en eso y no en lo que es relevante hoy en día, que no es lo mismo que será en el próximo mayo. Hoy lo relevante es que estamos a cuatro meses y fracción y tenemos que llegar a los Juegos. Podría investigar estos cuatro meses y no vamos a llegar a los Juegos, y ahí me van a investigar a mí por no hacer la pega.

¿Y después de eso?

Evidentemente que voy a tener una situación mucho más acabada de toda la información y ahí veremos. Porque puede ser como lo de las facturas en japonés. Si esa es la razón por la que está rechazado, es absurdo. Ahora, si hay otras…

Pero no solo en rendiciones puede haber problemas…

Ahí hay que ser cuidadoso. Por ejemplo, si yo necesitaba para esta oficina un televisor de 20 pulgadas y me compré uno de 70, evidentemente hay abuso de poder. Pero si compré uno de 20, era lo que se necesitaba. Puede haber más desorden, displicencia… En principio general no creo que mi labor sea investigar qué pasó para atrás. Primero, porque no soy detective ni nada parecido y porque no es un tema que me interese. Evidentemente, si detecto algo que no está correcto, tengo que hacer sonar las alarmas.

Cambiando de tema. ¿Qué va a pasar con Trasandino mientras esté acá?

Estamos en este receso que no logro entender. No entiendo por qué la Segunda División debe tener un receso de cuatro semanas por la Selección, porque no hay ninguna posibilidad de que haya un jugador siquiera. Tenemos un muy buen directorio que me ayuda. Sigo siendo el presidente, pero hay un cambio radical en el día a día.

¿Qué diferencia hay entre el dirigente de Colo Colo y el CEO de Santiago 2023?

Hay más canas, hay más sorpresas. Ya fue sumamente sorpresivo cuando me llamó Aníbal (Mosa) y esto es mucho más sorpresivo todavía. Y lo otro que hay son las enseñanzas aprendidas. Mi gran meta en Colo Colo era unir a todas estas facciones que le hacen mal, y me fue pésimo; no logré unir a nadie. Y aquí tengo que engranar todas las piezas para que pueda funcionar como una sola entidad. No puedo fallar. No saco nada con que el servicio de buses ande perfecto si la cancha de básquetbol no está. O van todas las piezas juntas o no resulta. En Colo Colo no lo logré arriba; creo que sí lo logré abajo, pero eso pasa desapercibido.

Foto: Andrés Pérez

¿Se arrepiente de su paso por Colo Colo?

No. Al estar en Colo Colo descubrí la inmensa grandeza de Colo Colo. Grande, grande, grande. Es mucho más que algunos que no estén de acuerdo con uno. Por ejemplo, en La Moneda se me acercó un niñito y me dice “oiga, usted fue dirigente de Colo Colo, ¿se sacaría una foto conmigo?”. No me pidió la foto por Bielsa. Yo no puedo decir que lo pasé bien en Colo Colo, porque sería mentira, pero de que estuvo bueno haber estado, estuvo bueno. Me hubiera encantado que los resultados deportivos y la organización en general hubieran sido distintos. Tuvimos dos temas muy duros: el estallido, con una participación activa de gente de Colo Colo que no ayudaba a destrabar la situación, y la pandemia, con todo el lío del Seguro. Yo era el vicepresidente y tuve que asumir la decisión del directorio. Es parte de las obligaciones cuando uno tiene un cargo. Uno no puede estar en los cargos para que te tiren flores, de repente te llegan piedrazos. En esa ocasión, un poco más de lo normal, pero en la suma y resta no me arrepiento. Agradezco a Aníbal que me haya invitado.

¿Qué le dijo Marcelo Bielsa?

Nunca me gusta traspasar conversaciones privadas, porque son poco solidarias con la otra parte, si quizás no está de acuerdo en que las cuente. Me parece muy bien que haya tomado la selección uruguaya y es recíproco. Que le vaya bien desde el partido número dos. No me interesa que le vaya bien en el uno y él lo sabe.

Pero se debe haber enterado...

Es imposible que no. Su hermano (el embajador argentino Rafael Bielsa) está a 10 cuadras de aquí y es amigo mío.

¿Cuándo salen a la venta las entradas?

Vamos a ponerlas a la venta cuando falten 100 días, con precios populares para que los estadios estén lo más llenos. Y lo que no podamos vender será destinado a instituciones. Hay una expectativa de generar mucho público por entradas o por acciones propias.

¿Cómo preparan la seguridad del evento?

La seguridad es un tema muy importante y en el que me voy a meter una vez que termine de ordenar. En los Juegos dudo que pase algo o en la Villa, pero vienen 10 mil extranjeros con uniforme de deportista. Si sufren una pérdida de algo, la imagen del país se va a ver afectada. Yo estuve en Atlanta 96 y estaban temerosos de un atentado, era enfermante. Pero aquí es la seguridad frente a un lanzazo y el daño de imagen es el mismo. Tengo que preocuparme mucho de eso con todas las autoridades que son expertas en la materia.

¿Cómo le gustaría que se recordara su paso por Santiago 2023?

Aquí sí que hay dos respuestas: chuta, que lo hizo bien; chuta, que lo hizo mal. Esto es lo mismo que cuando contratan a un entrenador a 10 fechas del final y tiene que salvar al equipo del descenso. En el Leeds contrataron a (Sam) Allardyce y quedaban cuatro partidos. ¿Quién descendió con el equipo? Allardyce. Y si se salvaba, vuelta olímpica. No hay otra, no hay términos medios.

¿Hay riesgo de descenso?

No, ninguno. El riesgo es fallar en las cosas externas. Que el bote que llegó de Canadá se quedó desaduanado o por ejemplo que alguien compre vallas dos centímetros más altas. La suma de los detalles influye mucho, porque hay mucho detalle dando vueltas. No sé, en Atenas se le cruzó alguien al brasileño (Vanderlei de Lima) en el maratón. Hasta el día de hoy piensa que la organización es horrible. Aquí hay cómo recuperar todo para no pasar zozobras, teniendo un riesgo de cosas así.

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