De esas victorias que dejan mucho más que tres puntos. Un rival peligroso como Vélez Sarsfield, en Buenos Aires, por una ronda decisiva de un campeonato internacional. Contra todo eso, Universidad Católica demostró que está para grande cosas en esta versión de la Copa Sudamericana. Y lo hizo con un triunfo por 1-2 que la deja con la clasificación a semifinales en la palma de la mano.
Sin el clásico universitario en medio, Ariel Holan tuvo tiempo para dedicarse exclusivamente al partido de ida por los cuartos de final. Se notó. Cerró los camino de su adversario argentino, un equipo joven, muy intenso y con mucha pasada por las bandas. Lo cierto es que Vélez asustó muy poco a la portería de Dituro, quien cuando fue requerido respondió con brillantez. Su doble tapada a los 28 minutos del primer tiempo es digna de un título. Tan ajustada fue, que el árbitro tuvo que recibir asistencia del VAR para confirmar que la pelota no entró.
Arriba, la UC gozó de rendimientos individuales muy altos. Huerta y Lanaro, firmes y casi siempre bien ubicados. Parot, adueñándose de la banda izquierda, en defensa y ataque. Saavedra, el mejor de la cancha, manejando los tiempos y los hilos de su escuadra. Aued, Fuenzalida, inteligentes. Y Zampedri, el cañonero, peleando con todos, rompiendo todo, hasta el diente de uno de sus marcadores, en un choque sin mala intención. Fue el argentino, de hecho, quien abrió la cuenta en los últimos segundos de la primera parte, tras un centro de Parot.
Con ese tanto del 9, la tarea ya estaba casi completa. El sello de la fiesta, sin embargo, con un contragolpe que concretó Puch enganchando para su derecha. El delantero también fue uno de los puntos importantes en el buen rendimiento de la franja y lo demostró con su corrida tras recibir el pase profundo de Aued.
Vélez quedó muy tocado con las anotaciones. La frustración se notaba en el rostro de sus jugadores. Y si bien con el correr del reloj se rearmó para intentar la remontada, lo cierto es que Católica nunca se vio realmente apremiada. Con la ventaja en el bolsillo, el cuadro chileno se dedicó a administrarla. Los transandinos, eso sí, se encontraron con el descuento a los 90′, cuando Lucero definió con un cabezazo en área chica.
Quedaban cinco minutos de descuento, que fueron muy tensos, por el ímpetu de Vélez. Peligró el triunfo de la UC, pero no por el desarrollo del partido, sino por el emotivo final. Lo concreto es que para la revancha del próximo martes, en San Carlos, los chilenos tienen una muy buena chance de meterse entre los cuatro mejores de la Copa Sudamericana.