Este sábado, la nota introductoria del Festival de Viña relató la historia de una familia colombiana, residente en Antofagasta, fanática de la música de Carlos Vives.
La madre viajó a Chile hace tres años y con esfuerzo formó un hogar en un campamento de la región, al que posteriormente llegaron a vivir sus otros hijos. Hoy la familia creció e incluso incluye a una nieta nacida en Chile.
La madre aseguró estar feliz y agradecida de las oportunidades que sus hijos han obtenido en Chile para trabajar y estudiar.
Sobre su fanatismo por Carlos Vives, dice que su música le hace sentir que "vuelve a nacer" y que su sueño es conocer al cantante, aunque cree que se "desmayaría" si cumple su sueño.
Además la familia practica folclor colombiano para transmitir "esa alegría hermosa y queremos que entre a los corazones chilenos y queremos compartir esa música y ser cada día más hermanos", aseguró.
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