Óscar Rodríguez, director: "Ahora va a existir más cuidado"

Óscar Rodríguez (72) es uno de los nombres más importantes en la historia de las teleseries nacionales. En sus 35 años en Canal 13, dirigió hitos de la pantalla chica como La madrastra, Los títeres, Ángel malo y Marrón glacé. Dejó la estación en 2001, cuando se cerró momentáneamente el área dramática del canal, trabajando posteriormente en Chilevisión y en TVN.

Reconoce que para él hablar del caso de Herval Abreu es complicado, por haber sido muy amigo del padre del realizador, y también cercano al cuestionado director. De todas formas ha seguido atento el caso y asegura: "Veo difícil que Herval vuelva a ser parte de un área dramática. No creo que ni él lo busque ni que un canal lo quiera reincorporar".

¿Y cómo cree que la industria televisiva se puede recuperar y solucionar el problema del acoso y abuso?

Creo que de todas las partes, los canales y los directores, deberán ver una forma de que esto no suceda nunca más. Que tampoco haya versiones encontradas sobre qué cosas pueden estar pasando o pasaron. Yo creo que desde ahora va a existir mucho más cuidado. Creo que se empezarán a tomar las precauciones necesarias para que nadie más tenga que vivir esto en televisión, sin importar el área o departamento.

¿Siente que existe en la industria una disparidad de poder entre los géneros que podía permitir este tipo de situaciones?

No, honestamente nunca pensé que esto podría llegar a pasar. Uno podía encontrar algunas relaciones de cariño dentro de las áreas dramáticas que eran normales, pero no hasta ese extremo (como las acusaciones de Herval). No creo que haya una disparidad de poder en la industria. Creo que quizás a veces tiene que ver con experiencia; los hombres y las mujeres me da la impresión que a veces pueden estar en funciones distintas en un canal, dependiendo de la experiencia. Pero tienes el caso de la Quena Rencoret, que es ama y dueña de su área y tiene el control total.

Cristián Mason, director: "Estamos atrasados en muchas cosas"

El director de teleseries emblemáticas de Canal 13 como Amor a domicilio, Marparaíso y Cerro Alegre piensa que lo que ha pasado esta semana con casos como el de Abreu y Roberto Farías es sólo un síntoma de un problema social. "Las empresas deberían tener protocolos. No sólo las áreas dramáticas, todas las empresas. En las noticias y los matinales en la mañana mostraban casos de acoso y violaciones por todos lados. Entonces esta es una cosa que pasa en todas partes. Me parece súper prudente que las empresas comiencen a generar un protocolo, que esté impreso y a la vista. Y me parece que es lo correcto, para ponerse al día con tantas cosas en las que estamos atrasados, con los tiempos modernos y la paridad de género", dice.

¿Habría que establecer más protocolos en las áreas dramáticas?

Yo creo que se tienen que juntar los estamentos y establecer reglamentos para todos: áreas dramáticas, prensa, personal, recursos humanos, etc. Este es un problema transversal. Obviamente es llamativo lo de las áreas dramáticas porque son personajes conocidos y atractivos de publicar. Para la prensa es más atractivo hablar de un actor, actriz o director, que un José Pérez que trabaje en administración.

¿Faltaría debatir más estos temas de forma transparente?

Sí, aún tenemos que llegar a una igualdad y modernidad que está ocurriendo en todas partes del mundo. Si queremos llamarnos un país moderno, dentro de la modernidad está la igualdad absoluta de derechos. Queremos ser modernos y tenemos un sistema patriarcal arcaico. Y las empresas tienen que generar códigos claros para sus empleados, de todas las áreas.

¿Siente que hay una disparidad entre el poder de hombres y mujeres en la televisión chilena?

En mi experiencia, no. Tuve la fortuna de trabajar con productoras generales, haciendo duplas de trabajo, entre ellas la Nené Aguirre y la Pilar Reynaldos, muy reconocidas. También tanto con directoras como directores asistentes. Entonces por lo menos no me tocó vivir algo así.

Nené Aguirre, productora: "Hay que trabajar con un protocolo"

La periodista María Elena "Nené" Aguirre, productora general del área dramática de Canal 13 entre 1981 y 1996, y productora de esta misma entre 1997 y 2000, asegura que "esto (el tema de los abusos y acoso en la sociedad) ya no tiene vuelta atrás. La discusión que se ha generado esta semana ha demostrado que estos temas se debaten y que las cosas son distintas a como eran hace ni tanto".

Al igual que Mason, Aguirre coincide con que el problema del acoso y abuso sexual es algo generalizado, citando casos como el de La Manada en España. Pero establece una precaución: "También es delicado, porque en esta era de redes sociales se sube rápidamente a la picota a alguien, luego se le baja y se le vuelve a subir. Creo que eso es algo que hay que cuidar".

¿Siente que hay una disparidad entre el poder de hombres y mujeres en la televisión chilena?

Yo creo que es más pareja la cosa que en otros lados, sobre todo en la producción y la dirección. Creo que en general en las áreas dramáticas, hay bastante semejanza a nivel de cargos como los productores y directores, sean hombres, mujeres o jóvenes. Y siento que en televisión por lo menos, se trabajan con equipos grandes y eso puede hacer que sea menos "peligroso", entre comillas, que sucedan estas situaciones, independiente que pasó. Pero creo que es menos común aquí, porque se trabaja menos solo. Obviamente también pasan, pero generalmente suelen pasar fuera del área de trabajo, porque no hay mucho espacio para que se den estas situaciones en horario laboral.

¿Y hacia dónde puede ir el debate, para que esto no vuelva a pasar?

Bueno, hay que trabajar con un protocolo. Punto. Eso se ha hecho en varias empresas o en lugares como la Universidad Católica, donde trabajo. Toda empresa tiene que tener un protocolo de cómo se tiene que trabajar, y que eso se expanda a la sociedad. Que sean reglas claras con respecto a qué hacer en este tipo de posibles situaciones. No es un trabajo fácil: requieren reuniones de los grupos de poder con sus equipos de trabajo. Y el director del área dramática tendrá que hablar con sus actores. La idea es proteger a todos: a los que están a cargo y a los trabajadores.