Sin pelos en la lengua y abierto a conversar los temas que se le pongan sobre la mesa. El nuevo presidente de la Federación de los Trabajadores del Cobre (FTC), Héctor Roco, quien reemplazó al emblemático líder sindical Raimundo Espinoza, salió al paso a las críticas por su asunción.

Antes de detallar su hoja de ruta para la agrupación laboral más poderosa de Chile, Roco descartó de plano un quiebre entre los trabajadores del cobre.

Previo a asumir la presidencia de la federación, Roco ocupó el puesto de presidente del sindicato N°1 de Trabajadores de Chuquicamata y hasta ahora, era también el vicepresidente  de la FTC, por lo mismo persisten los resquemores en parte de la dirigencia que califican su arribo como un golpe de estado.

"Las relaciones con la actual administración de Codelco son más que malas y asumo la responsabilidad, ante los atropellos esquemáticos que está cometiendo la administración. Eso había que cortarlo. No buscar tiempos propicio ni cuentas alegres. Nos podríamos haber hecho los lesos y esperar que pasara el congreso de trabajadores y haber estado todos felices. Después de esa reunión, haber hecho el cambio, pero creo que eso no es actuar en consecuencia", aseguró a La Tercera PM.

"¿Crees que no sé que soy el cabeza de turco, que puedo durar menos que un candy en la presidencia? Pero aun así, me sentiré satisfecho de haber roto esta hegemonía perversa que había en contra de los trabajadores y de la empresa", dijo.

"Hubo una elección democrática y quiero descartar absolutamente un golpe de Estado. Llevo 19 años como consejero nacional, porque no soy un aparecido en el mundo sindical, hasta el lunes fui el presidente del sindicato más importante de la corporación y salvo la primera vez que fui consejero nacional, todas las veces voté por Raimundo Espinoza. Acá no hay un golpe de Estado. Acá lo que hay es un cambio en la conducción, solamente eso", respondió Roco, en conversación con La Tercera PM.

Roco aseguró que es uno de los dirigentes que siempre lideró y apoyó los acuerdos de largo plazo con Codelco.

Consultado si Raimundo Espinoza no se encontraba en dicha senda, respondió:

"Lo que pasa es que firmamos un acuerdo estratégico y en el congreso pasado di cuenta del pacto estratégico e informé que era casi cero el avance. Ha pasado un año y hoy es cero el avance. Eso lo firmarnos todos los dirigentes sindicales. Es vinculante".

"Creo que debe haber una autocrítica por ambos lados. La administración de Codelco ha ninguneado al mundo sindical. Lo tiene en un rincón con la complacencia de Raimundo. Eso  era inaguantable. Sabemos que vienen tiempos difíciles en la relación, pero también sabemos que eso se tiene que recomponer por el bien de todos. Pero acá lo que no va a volver a pasar es que a los trabajadores no se les respete. Haremos lo que tengamos que hacer", aseguró al ser consultado si debiera existir una autocrítica de parte de la anterior dirigencia.

Fin al divorcio

Según el dirigente, una de las cuestiones fundamentales a desarrollar durante su gestión es generar un acercamiento mayor hacia las bases. La idea es fortalecer un trabajo en conjunto con los dirigentes sindicales y también con los trabajadores.

"Aquí hay un divorcio evidente entre las bases y la federación. Eso tenemos que remediarlo. Esperamos trabajar bastante en terreno y en las divisiones y de acuerdo a eso la idea es potenciar este trabajo. La federación no ha cambiado. Debemos tener más cercanía con los trabajadores que la sienten muy distante", admitió Roco.

El tema no es menos si se considera que durante este año, según el nuevo timonel de la FTC, serán 7.000 trabajadores de Codelco los que formarán parte de las negociaciones colectivas que vendrán. A la fecha, División Radomiro Tomic se encuentra en plena negociación colectiva. Bajo el mismo esquema de tratativas permanece el sindicato de enrolada de Chuquicamata, que está en la etapa de buenos oficios. Luego vendrán las negociaciones de El Teniente y, posteriormente, será el turno de los trabajadores de Salvador