Por Patricio Toledo, ex arquero de la Selección Chilena

Estar en la Selección es un honor. Es lo que uno siempre busca como deportista. Vestir la camiseta de Chile es el gran objetivo para cualquier futbolista. Pero también es cierto que Claudio Bravo merece una pequeña licencia para descansar. Tuvo un año muy fuerte, en el primer nivel del fútbol mundial. Eso, desde ya, no es poco. Después, por lo que nos dio, por lo que nos hizo ganar y disfrutar, se le puede permitir esa pequeña concesión, hablando con el técnico. A Berizzo no debería parecerle mal.

Nadie sabe aún de qué manera se lo comunicó. Solo ellos lo saben, en rigor. Me enteré, como todo el mundo, a través de los medios, pero aquí lo importante es que Claudio hubiese hablado bien del tema. Para Berizzo, en tanto, es una oportunidad para ver gente nueva, que le permita tener más opciones. Debutó Cristóbal Campos, que estará peleando por estar en las próximas nóminas. Estando Bravo acá, iba a tener que jugar sí o sí. Qué va a conocer Berizzo de Claudio como arquero, persona, líder o referente importante, a estas alturas. Ni hablar de su tremenda capacidad. Lo sabemos todo y todos.

Bravo tiene que estar. Mientras Brayan Cortés, Gabriel Arias, Fernando de Paul o Cristóbal Campos no tengan la capacidad de asumir la titularidad, su presencia ayuda para tener esa pequeña seguridad. Si Claudio está en condiciones, debe ser el titular. No creo que Berizzo se prive de tenerlo. Sé que está molesto, pero es inteligente: no se va a perder la posibilidad de tenerlo como titular o incluso en la banca, en la convocatoria, entregándoles su experiencia a los más jóvenes. Eso sería poco inteligente.

Aún no está del todo claro cuáles fueron las formas… si pidió el permiso, si explicó que necesitaba un descanso familiar o si dijo, sencillamente, que esta fecha no era tan importante. Sin embargo, me parece que Bravo debe tener otra conversación privada con Berizzo. No sé si llegará a jugar el Mundial, porque ya tiene 40 años, pero sí lo necesitamos para las Eliminatorias. Eso es indudable.