Esta realidad Óscar la vive hace 23 años. Para su madre al nacer solo padecía de ceguera y se preparó para eso. A los tres años el golpe fue aún mayor: le diagnosticaron una hipoacusia severa. Nunca ha recibido ayuda del Estado por ser una enfermedad que no reúne los requisitos para obtener una pensión de gracia, sin embargo, y pese al enorme esfuerzo de su familia, Óscar ha logrado ser independiente y superar una vida llena obstáculos. La corporación CIDEVI, que hace más de 25 años aboga en favor de la inclusión de personas con problemas visuales y auditivos, acogió a Óscar logrando integrarlo a un mundo que nunca ha visto y menos escuchado.