El Fabia es uno de los modelos más importantes en la historia de Skoda. Heredero natural del Felicia, en su recorrido desde finales de los años ‘90 ha vendido más de 4,5 millones de unidades en todo el mundo. Ahora estrenó en el país su cuarta generación y la verdad es que mejora en todo sentido.
Para muchos, la marca Skoda puede ser algo lejana o más bien desconocida. Algunos incluso pueden creer que se trata de una firma de origen chino. Y ese desconocimiento es una de las grandes injusticias con que carga esta firma que, personalmente, creo que es una de las mejores que existe en el mercado, considerando la calidad del producto y el precio de venta.
Quienes tienen un Skoda, es difícil que hablen de manera negativa sobre su auto. Y el Fabia es uno de los responsables de esa condición. Ahora, si se suben a esta nueva generación, los elogios no tardarán en asomar y solo el precio -algo generalizado en toda la industria- hará fruncir el ceño, aunque sus rivales directos, como el Peugeot 208, Citroën C3 y Renault Clio, los que tampoco les sacan grandes ventajas en este apartado.
Lo bueno es que el nuevo Skoda Fabia realmente evoluciona. A diferencia del cine, donde muchas veces dicen que segundas o terceras partes nunca son buenas (a excepción de El Padrino), en este caso sí da un paso importante, empezando por la plataforma MQB A0 sobre la que está construido, la que le permite por primera vez superar los cuatro metros de largo, distancia que derivará en una mayor comodidad.
Pero no nos adelantemos. Lo primero que salta a la visa en esta generación del Skoda Fabia es el rediseño frontal. Con nuevos grupos ópticos full tecnología LED y una máscara modernizada con bordes cromados, también exhibe nuevas tomas de aire en la parte baja y un capot con nervaduras que le entrega algo más de robustez.
Por el costado, vemos líneas angulosas y llantas de 17′' (desde 15′' en la versión de entrada), además, ajuste en la forma de los espejos retrovisores, lo que le ayuda a mejorar la aerodinámica del vehículo.
Este es un punto importante, puesto que la marca ahondó precisamente en el trabajo aerodinámico, llegando a un inédito 0,28 de coeficiente, el más bajo del segmento y algo que le permite tener un manejo más suave y eficiente.
En la zaga se mantiene el estilo de líneas rectas, estilo que se asemeja un poco a lo que encontramos en el Skoda Scala, el hatchback que se instala sobre el Fabia.
Con un parachoques marcado, renovados grupos ópticos y un alerón trasero que sale desde el techo, ahora el nombre Fabia toma protagonismo y se aprecia esa denominación con grandes letras sobre la puerta del maletero.
El baúl de carga también ofrece cambios importantes. Para empezar, aumenta el espacio interior, permitiendo que ahora tenga una capacidad de carga de 380 litros (+50 litros que en la generación saliente), el mayor del segmento B.
Pero no solo las mayores dimensiones llaman la atención. Para potenciar esa practicidad que busca entregar el concepto Simple Clever, el maletero tiene diversas mallas para ordenar los bolsos o la carga y además cuenta con un fondo que es reversible, puesto que por un lado tiene alfombra y por el otro es un plástico que es muy fácil de limpiar.
Pero este aporte Simple Clever no es el único. Otro ejemplo lo tenemos en la tapa que da entrada al estanque de gasolina, donde el Fabia guarda una especie de paleta que le permite sacar el hielo en días de frío intenso.
Ahora, pensando en días de lluvia, en el costado de la puerta del conductor esconde un paraguas (igual como lo tiene un Rolls-Royce), otro detalle que hace más amable al nuevo Fabia.
Buena comodidad
El nuevo Skoda Fabia aumento el espacio interior. Siempre teniendo presente que es un vehículo compacto, encontramos suficiente lugar en las plazas traseras para dos acompañantes.
Si deben viajar tres personas, le avisamos de inmediato que mejor se apuren por quedar en una orilla, ya que la plaza central es más dura y pierde espacio para las piernas con el alto túnel de la transmisión.
Aunque esto es un problema que se encuentra en buena parte de los hatchbacks, donde se pudo haber mejorado es en el equipamiento de esta zona, ya que tiene salidas de aire, pero no dispone de puertos de carga, algo que hoy en día es cada vez más usual, y más aún en vehículos que apunten a personas jóvenes.
En las plazas delanteras la comodidad es mayor y la visibilidad es bastante buena en todos los ángulos. Además, esta versión Style (la tope de gama) se muestra con un estilo más deportivo que las opciones de entrada, gracias a la presencia de un volante de tres rayos (dos rayos en las otras variantes) y por los asientos que son más envolventes e incluyen en la misma pieza los reposacabezas. Además, son butacas calefactables, algo lo que en días de frío nos ayudó para mantener temperada algunas partes del cuerpo.
En cuanto a la calidad del interior, nuestra percepción es que satisface sin mayores quejas, aunque pudo ser mejor con materiales, quizás más blandos, para el panel y los costados de las puertas. A eso se le podría criticar también que los asientos son de ajuste manual, pero en líneas general cumple sin mayores inconvenientes y, aunque no es perfecto, sí se acerca a lo que uno anda buscando.
En cuanto al diseño, nos gusta el minimalismo presente que le entregan las líneas horizontales. El panel central se muestra limpio, permitiendo que destaque en el centro de la consola una pantalla táctil de 9,2′', desde donde se maneja la información del auto.
Lo bueno es que es nuestros teléfonos se pueden enlazar de manera inalámbrica y, por si fuese poco, también se pueden cargar los móviles sin necesidad de estar atados a cables.
La interfaz del sistema de infoentretención es muy sencillo de usar, lo que siempre es algo positivo. Y también está bueno que tenga un navegador propio y que mantenga climatización análoga mediante mandos circulares.
Este sistema de calefacción puede parecer algo anticuado, pero recordemos que se atravesó por un período de problemas para conseguir chips y una buena alternativa es esta modalidad.
Donde también se ve algo añejo es el tablero de instrumentos. Nuestra unidad de prueba contaba con dos relojes análogos, más un pequeño computador de a bordo monocromático en el centro que entrega algunos datos de manejo. Es una configuración muy básica, pero está la posibilidad de adquirir el tablero con el Virtual Cockpit (con un costo extra), el fantástico tablero que es mucho más moderno y personalizable.
Eficiente andar del Skoda Fabia
El nuevo Skoda Fabia se mueve por un motor de tres cilindros de 1.0 litros TSI. La versión de entrada desarrolla 95 Hp, pero en nuestra unidad de prueba (Style) eroga 110 caballos de fuerza, con un par de 200 Nm y asociado a una caja manual de seis marchas.
Este motor es el corazón de un producto que merece más reconocimiento en ventas. Y como les comentaba anteriormente, siento que es uno de los modelos más interesantes del segmento, con un andar ágil, suave y muy estable.
Como es de imaginar, se comporta de manera muy noble en la ciudad, tiene salida rápida y es simple de llevar, gracias a una dirección asistida que nos entrega buen tacto y que es muy precisa con los movimientos del volante y no se necesita girarlo en demasía para que se dirija donde tenemos la mirada.
El buen trabajo conseguido con el chasis es otro punto que aporta en el buen andar y en la calidad de viaje. Si bien, no encontrarán la mayor suavidad que puede ofrecer un Citroën C3, tampoco se trata de un auto áspero. Es un vehículo pensado para andar a diario y debe cumplir con darle comodidad al conductor.
Y esto se logra con largueza. Se siente firme al piso, no existe gran entrada de ruido exterior (en eso ayuda bastante el trabajo aerodinámico) y aunque es un motor de tres cilindros -con el ruido que este tipo de propulsores genera- tampoco llega a ser molesto el ruido que entra a la cabina.
En cuanto al dinamismo, siempre teniendo como punto base que es un compacto urbano, nos gustó bastante su comportamiento y solo encontramos ligeros balanceos cuando entrábamos a una velocidad alta en curvas, eso sí, nada para preocuparse, pero si para estar atento.
Responsable de este buen andar es sin duda el motor. Y lo que antes hubiese sido un grito en el cielo, ya que 1.0 litros se ve pequeño en el papel, la verdad es que basta y sobra si se le da un trato normal.
Es rápido, tiene elasticidad suficiente y además va muy bien enlazado con la caja manual, entregando potencia de manera gradual, lo que se explica también por el buen torque, el cual encontramos desde muy abajo en la aguja del tacómetro. Eso nos permite que incluso consigamos buenas recuperaciones.
Ahora, si queremos ajustar un poco el manejo a nuestro estilo más personal, desde un mando al costado del pomo de la caja de cambios podemos escoger entre los modos Eco, Normal, Sport e Individual.
Estos modos permitirán priorizar consumo sobre dinamismo (Eco) o al revés (Sport). Pero tener claro que son ligeros ajustes y no sentirán como si estuviesen en tres tipos de autos. Hay diferencias, en Sport la respuesta es un poco más inmediata, pero tampoco se convertirá en un deportivo.
Si la eficiencia es lo que importa, en el modo Eco se podrá acercar a los valores de consumo homologado (hasta 22,5 km/l en carretera), pero con un manejo más normal y con el modo Sport actuando en gran parte del recorrido, nuestro rendimiento bajó bastante y estuvo más cerca de los 14 km/l, una cifra que no es mala, pero que está bajo lo que pueden ofrecer otros modelos (está bien, sé que con un manejo más suave hubiese mejorado este indicador).
Por último, en seguridad lo mejor es que cuenta con seis airbags de serie y control de tracción a lo que se suma control crucero, cámara de retroceso y sensores (en esta versión). Pero lamentablemente no dispone de asistencias a la conducción (ADAS), no tenemos alerta de punto ciego ni menos de cambio de carril, elementos que sí están en algunos de sus rivales.
En conclusión, el Fabia muestra evolución respecto de la generación anterior, es más grande, más cómodo y con un nivel más alto de equipamiento, pero lo que más nos gustó es el andar que ofrece, la estabilidad que entrega y la buena respuesta de un pequeño motor, el cual está muy bien alineado con la caja manual.
Nos gustaría más seguridad y tal vez más elementos de confort en el interior, pero para eso seguramente el precio sería mayor y mucho más cercano al Scala. De todas maneras, un muy buen producto, que ratifica la calidad de una marca que siempre se luce con cada una de sus renovaciones.
FICHA TÉCNICA
Skoda Fabia Style 1.0 TSI MT6
- Motor: 1.0 litros TSI
- Potencia: 110 Hp
- Torque: 200 Nm
- Caja: Manual de 6 velocidades
- Tracción: delantera
- Largo x ancho x alto: 4.108 mm x 1.954 mm x 1.459 mm de alto
- Distancia entre ejes: 2.564 mm
- Maletero: 385 litros
- Airbags: 6
- Precio: $ 18.690.000