En 1998, cuando tenía 26 años, Narges Mohammadi fue detenida por primera vez. La hoy designada Premio Nobel de la Paz pasó un año en prisión por sus críticas al gobierno iraní en torno a la defensa de la igualdad y los derechos de las mujeres, en un país con una serie de restricciones basadas en la religión islámica.

Sería el inicio de una larga lucha. En total, el régimen la arrestó 13 veces, la condenó cinco veces a un total de 31 años de prisión y a 154 latigazos. Desde los 22 años ha pasado buena parte de su vida encarcelada.

En los noventa, cuando era una joven estudiante de física, Mohammadi ya se distinguía como una férrea activista en su país. Tras finalizar sus estudios, trabajó como ingeniera y columnista en varios periódicos reformistas. En 2003 se involucró con el Centro de Defensores de los Derechos Humanos en Teherán, una organización fundada por la premio Nobel de la Paz Shirin Ebadi. En julio de 2011, fue procesada nuevamente y declarada culpable de actuar contra la seguridad nacional de su país, ser miembro de ese grupo de defensa de los derechos humanos y de realizar propaganda contra el régimen. En septiembre de ese año fue condenada a 11 años de prisión. Eso sí, salió en libertad tras pagar una fianza. Dos años más tarde, involucró en una campaña contra el uso de la pena de muerte.

Mohammadi (51) nació en Zanjan, en el seno de una familia de clase media, donde sus padres se dedicaban a la agricultura y a la cocina. Se licenció en física en la Universidad Internacional Imán Jomeini. Durante su paso por las aulas dedicó tiempo a escribir varios artículos sobre los derechos de la mujer.

Actualmente se encuentra tras las rejas luego de participar de protestas que sacudieron el país por la muerte de Mahsa Amini, de 22 años, quien fue detenida por la policía de la moralidad. La muerte de Amini provocó una de las mayores crisis en Irán desde la Revolución Islámica de 1979: cientos de personas fallecieron en protestas y manifestaciones y más de 22.000 fueron detenidas.

En esa última estadía en prisión, la activista escribió un artículo de opinión publicado en el New York Times: “Lo que el gobierno quizá no entienda es que cuantos más de nosotros encierre, más fuertes nos hacemos”, se leía en el texto.

Así las cosas, el 27 de febrero de 2021 publicó un video a través de las redes sociales explicando que había sido citada ante el tribunal dos veces por un caso que se había abierto en su contra mientras aún estaba en prisión. Mohammadi afirmó que se negaba a comparecer ante el tribunal y que desobedecería cualquier sentencia dictada. En ese registro, describió los abusos sexuales y malos tratos a los que ella y otras mujeres fueron sometidas en las cárceles.

Desde 2012 ha presentado problemas de salud que serían derivados de las torturas y malos tratos que ha sufrido al interior de la cárcel. Dichas complicaciones estarían afectando sus pulmones y corazón. Asimismo, ha padecido síntomas relacionados a la epilepsia.

La Academia Sueca señaló que “si las autoridades iraníes toman la decisión correcta, la liberarán para que pueda estar presente para recibir este honor”. “Al otorgarle el Premio Nobel de la Paz de este año, el Comité Nobel Noruego desea honrar su valiente lucha por los derechos humanos, la libertad y la democracia en Irán”, señaló la academia.

Premios

A lo largo de su trayectoria, Narges Mohammadi ha recibido múltiples reconocimientos. En 2009 recibió el premio Alexanger Langer, que debe su nombre a un activista italiano. Posteriormente en 2011, recibió el Per Anger, premio internacional de Derechos Humanos entregado por el gobierno sueco. En 2016 ganó el premio de Derechos Humanos de la ciudad alemana de Weimar.

En 2010, cuando la premio Nobel de la Paz Shirin Ebadi ganó el Premio de Derechos Humanos Félix Ermacora, se lo dedicó a Mohammadi. “Esta mujer valiente merece este premio más que yo”, señaló en la ocasión.

Este año, Narges Mohammadi ya había sido galardona con el Premio Olof Palme, junto con Marta Chumalo y Eren Keskin, y con el Premio Mundial de Libertad de Prensa UNESCO/Guillermo Cano, compartido con Elaheh Mohammadi y Niloofar Hamedi.