Cada vez menos licencias de conducir han obtenido los chilenos en la última década, según cifras del Registro Civil entregadas por la Ley de Transparencia. El año pasado se otorgaron 219.502 nuevos documentos para manejar vehículos particulares, tendencia similar a la de países desarrollados. Esto contrasta con lo ocurrido en 2012, cuando lo permisos llegaron a 303.533. Es por esto que el año pasado se registró el nivel más bajo desde ese peak.

De acuerdo con la entidad (que recibe información de las municipalidades), entre 2007 y 2017 se han sacado 18% menos licencias, en especial entre los más jóvenes (entre los 21 y 25 años). Ese grupo etario obtenía hace diez años 61 mil documentos, el mayor a nivel nacional si se compara con el resto de la población e incluso se alcanzó un peak de 74 mil, en 2012, un año antes de que debutara el nuevo examen para obtener este registro (ver infografía). En 2017, en cambio, se entregaron 11 mil documentos menos que en 2007, cuando se emitieron 61.234 autorizaciones para manejar.

¿Qué factores inciden en este balance? Gabriela Rosende, secretaria ejecutiva de la Comisión Nacional de Seguridad del Tránsito (Conaset), sostiene que una de las principales razones es que los más jóvenes cambiaron su forma de transportarse, tal como ha ocurrido a nivel internacional: "Recordemos que aumentó el uso de bicicletas y de motocicletas, cuyo parque se elevó un 500% en una década". Así, entre los más jóvenes bajó la cantidad de kilómetros recorridos.

Alberto Escobar, gerente de Estudios del Automóvil Club de Chile, explica que la tendencia es que los denominados "milenial" no están interesados en usar un automóvil. "Hay desinterés porque los adolescentes piensan, por ejemplo, que es un medio contaminante y eso va contra el estilo de vida que ellos quieren tener", añade. A nivel internacional, un estudio de las universidades de Oxford y West England, entregado la semana pasada, indica que en el Reino Unido un 48% de las personas entre 17 y 20 años tenía una licencia de conducir en 1994. Sin embargo, la cifra cayó: un 29% de ese mismo grupo tenía cédula para manejar en 2014. Y entre los de 21 a 29 años, un 63% contaba con esa autorización.

Escobar agregó que en Chile y el exterior este grupo ya no quiere movilizarse en automóvil debido al alto precio de los combustibles, la irrupción de nuevas tecnologías para viajar -como las plataformas (Uber y Cabify)- y medios de transporte más limpios. Expertos también coinciden en que en países en vías de desarrollo también se comienza a optar por el transporte público como el Metro, el medio más valorado del Transantiago con una nota 5 por la población.

El investigador del Observatorio de Movilidad, Franco Basso, añade que la fuerte irrupción de la bicicleta en Chile llevó a dejar de manera definitiva los vehículos. "Se realizan un millón de viajes en este medio en Santiago por día. Hace 15 años se realizaban 300 mil", dijo. Agregó que "debido a la congestión de vehículos y lo que se considera como mala calidad del transporte, se han buscado opciones".

En tanto, la ministra de Transportes, Paola Tapia, señaló que debido a que nuevos medios han irrumpido y que se complementan con el uso del automóvil, se está discutiendo el proyecto de ley de Convivencia Vial, el que pasó a tramitación al Senado esta semana. "Peatones, bicicletas y autos deben convivir porque nuevos medios llegaron para quedarse. Por eso queremos bajar las velocidades de los vehículos de 60 a 50 km/h en zonas urbanas para respetar al resto de los vehículos", dijo.