El profesor Juan Dixon del Departamento de Ingeniería Eléctrica, y su alumno de doctorado Javier Pereda, acaban de ganar la medalla Príncipe Alberto II de Mónaco en la conferencia "Electric Vehicles and Renewables Energies", con el paper "23-Level Inverter for Electric Vehicles Using Only One Power Supply and Series Active Filters".

El profesor Dixon explica que el paper describe las ventajas de usar convertidores de 23 niveles en los vehículos eléctricos, en vez de los convertidores de sólo tres niveles que se utilizan actualmente. "Los convertidores de 23 niveles ayudan a mejorar la eficiencia del motor y disminuyen el estrés en sus aislaciones", asegura el académico.

Si bien algunos ingenieros eléctricos deben instruirse para meterse en el mundo de la mecánica, el profesor ha estado familiarizado desde muy joven, lo que lo ha ayudado en el desarrollo de los autos eléctricos.

El primer auto en que el profesor Dixon y sus alumnos comenzaron a trabajar fue una camioneta LUV, en 1998. Fueron los primeros en Sudamérica en utilizar motores de imanes permanentes. En febrero de 1999, es decir, hace más de 12 años, el auto circuló en las calles por primera vez. La camioneta fue totalmente transformada, le cambiaron el tablero de instrumentos por uno digital y se modificó la tracción para operar como un vehículo automático, cuyas marchas (directa, reversa y neutro) se controlan por un interruptor. Esta camioneta tiene la misma tecnología de los autos eléctricos que se comercializan hoy día y su rendimiento es equivalente al de un auto que da 40 kilómetros por litro. Puede correr a 120 km/h y tiene una autonomía de más de 120 kms.

La segunda experiencia fue con una camioneta Chevrolet S10. Con la colaboración de alumnos de magíster y de doctorado, presentaron en Estados Unidos un trabajo sobre redes neuronales aplicadas a vehículos eléctricos. El paper fue publicado en la revista "IEEE Transactions on Industrial Electronics", la más importante de su área. En 2006, este trabajo fue el cuarto más citado en el mundo.

Posteriormente, gracias a Fondecyt, aportes del proyecto "Núcleo Electrónica Industrial y Mecatrónica" (Neim) y Endesa-Chilectra, se adquirió el tercer auto, un Suzuki Maruti, en el cual se instalará el convertidor por el cual fueron premiados en Mónaco. Además, junto a otros dos alumnos de postgrado, el profesor Dixon trabaja en la construcción de un auto híbrido, que funcione a gas natural y electricidad.

Si bien los autos eléctricos comerciales todavía cuestan el triple en comparación a uno con motor a combustión, se espera que el precio baje cada vez más. El precio de las baterías de litio de estos autos cuesta tres veces menos de lo que costaban en 2008. Considerando que gastan un tercio de la energía que consume un auto a gasolina, a la hora de comprar un auto habrá que sacar cuentas para tomar una buena decisión.

El profesor Juan Dixon es ingeniero civil eléctrico de la Universidad de Chile, Master of Engineering de McGill University, Canadá y PhD de la misma universidad.

Javier Pereda es ingeniero civil eléctrico de la UC y actualmente es alumno de doctorado del profesor Dixon. Está haciendo su tesis en nuevos sistemas de conversión de energía, lo que se ha traducido en numerosos artículos, tanto en revistas como en congresos internacionales. Su último trabajo presentado fue en noviembre del año pasado, en el "XXV Electric Vehicle Symposium" (EVS-2010) realizado en China.