SEÑOR DIRECTOR

Los resultados de la prestigiosa clasificación del Academic Ranking of World Universities (ARWU), posicionan a la Universidad de Chile como la primera casa de estudios a nivel nacional y entre las seis principales de América Latina. Otros rankings generales y por disciplina confirman la posición de esta institución a nivel nacional y regional. Ello, pese al precario apoyo del Estado, que hace varias décadas decidió tratar a la universidad nacional por excelencia prácticamente igual que a cualquier otra institución de educación superior.

A esto se suman una serie de trabas administrativas que tiene la universidad por ser considerada como un servicio público al servicio de la función pública, lo que genera una desventaja a la hora de competir con otras instituciones en el ámbito nacional.

El gobierno tuvo la oportunidad de desarrollar una ley que apoye a las universidades estatales, situación que no aconteció. Hoy la comunidad universitaria de la Casa de Bello se manifiesta en contra de un proyecto de ley que atenta contra la autonomía universitaria, precariza el empleo del funcionario público y no tiene un financiamiento acorde con la intención de potenciar a las instituciones de educación superior estatal. Hoy se estaría mejor en muchos escenarios, sin el articulado de la ley presentada.

Es de esperar que el Estado, que debe sentirse orgulloso de la universidad que pertenece a todos los chilenos, decida apoyarla para el mejor prestigio y desarrollo de nuestro país.

Juan Arturo Squella Serrano                                                                                                                                                      Decano Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas

Daniel Burgos Bravo

Senador Universitario                                                                                                                                                             Universidad de Chile