El rector de la Universidad de Chile, Ennio Vivaldi, se unió a otras voces críticas del proyecto de ley sobre universidades estatales. En su opinión, el proyecto es un "golpe a la autonomía universitaria", criticando el sistema de gobierno universitario propuesto. Cabe recordar que las actuales juntas directivas de los planteles universitarios son relativamente homogéneas a lo largo del país. Cuentan con nueve miembros, elegidos en partes iguales por el Presidente de la República, el Consejo Académico entre los profesores de la universidad y por este mismo consejo entre personas externas a la institución. A ellos se une el rector, quien no cuenta con derecho a voto. Si bien algunas universidades cuentan con juntas de seis miembros, la proporción antes mencionada, que da un tercio de representación al Estado, se mantiene.

La Universidad de Chile es la excepción a esa regla, ya que cuenta con un Consejo Universitario de 18 miembros, donde únicamente dos son representantes del Presidente de la República -solo un 11% de participación- y el resto son miembros del propio plantel. Además, en este caso el consejo es presidido por el rector. Ello explica por qué el Consorcio de Universidades del Estado se muestra conforme, mientras el rector Vivaldi ha sido crítico de la ley, a pesar de que hasta hace poco era un entusiasta partidario.

En lo que concierne a gobiernos corporativos, el proyecto va en la dirección adecuada. Si bien éste modifica fuertemente la composición del órgano superior de la Universidad de Chile, esta nueva estructura permitirá representar mejor los intereses del dueño -todos los chilenos- en la toma de las principales decisiones de dicha casa de estudios. Asimismo, debería contribuir a supervisar de mejor manera el buen uso de los cuantiosos recursos que recibe por parte del fisco.