El presunto terrorista de origen kosovar Arid Uka confesó hoy ante los jueces ser el autor del atentado del pasado mes de marzo en el aeropuerto internacional de Frankfurt, en el que dos soldados de EEUU resultaron muertos y otros dos heridos de extrema gravedad.

"Quería matar a los soldados", declaró Uka, de 21 años, al comenzar el proceso ante la Audiencia Superior de Frankfurt, donde reconoció que "es acertado lo que la acusación me imputa".

Acusado de doble asesinato y de intento de asesinato en otros tres casos, el joven reconoció que poco después de cometer el múltiple crimen pensó en lo absurdo de su acción y aprovechó su intervención para pedir perdón a las víctimas y sus familiares.

Antes de iniciarse el juicio la fiscalía había señalado que Uka cometió el crimen en "venganza" por la actuación de las fuerzas de EEUU en Afganistán y subrayó que actuó en solitario, sin contacto alguno con organizaciones islamistas, aunque motivado por "su valoración personal de la actuación de EEUU en Afganistán" e "influenciado" por propaganda radical islámica en internet.

Antes del día del crimen, el acusado llevaba semanas reflexionando sobre la posibilidad de cometer un atentado y portaba en el momento del atentado una pistola de 9 milímetros, cargada con 14 balas, y dos cuchillos. Arid Uka, que trabajaba como auxiliar en la oficina de correos del aeropuerto y confesó los hechos tras su detención, decidió cometer el crimen al ver la llegada de un grupo de soldados estadounidenses que se dirigían, tras aterrizar en Frankfurt, a un bus militar a las puertas de la terminal dos.

Según la investigación, Uka intentó disparar en la cabeza a un tercero, pero la bala quedó atascada. Luego fue detenido por la policía del aeropuerto. El ataque está considerado el primer atentado de corte islamista en suelo alemán.