El PRESIDENTE de la República promulgó hace unos días la ley que pondrá término a la larga distancia nacional para la telefonía fija a partir de agosto del 2014. La iniciativa es acertada, toda vez que no había una justificación para mantener cargos por ese concepto, considerando que la tecnología ha reducido drásticamente el costo que antes significaba conducir estas llamadas, lo cual ya se manifiesta en la tarifa plana para las llamadas que se realizan entre celulares. Esto beneficiará a miles de chilenos, al disminuir el valor de aquellas que se realicen dentro del territorio nacional. Así, quienes necesiten comunicarse a otras regiones desde cualquier punto del país donde se encuentren, lo podrán hacer al precio de una llamada local, permitiendo ahorros importantes para los usuarios.

Si bien en Chile el uso de la telefonía fija ha disminuido de forma significativa en el último tiempo, debido al fuerte avance que han experimentado las comunicaciones con dispositivos móviles (hay cerca de 24 millones de aparatos activos), y al uso de tecnologías mediante internet que permiten realizar llamadas a cualquier parte del mundo incluso de forma gratuita, esta medida permitirá acercar a miles de personas en distintos puntos del país, y cuya principal herramienta que tienen para contactarse es la telefonía fija, especialmente a los que habitan en zonas aisladas o extremas. Ventajas a las que también podrán acceder muchas empresas, especialmente las de menor tamaño, que verán disminuir sus costos por este motivo.

Una iniciativa similar se comenzó a aplicar el 2011 en siete regiones de Chile, zonas en las que desde entonces se pueden hacer llamados a distintas ciudades dentro de cada región a un valor de llamada local, beneficios que se ampliarán positivamente a toda la población con la promulgación de esta ley.