Después de menos de una hora de deliberación, el jurado del Premio Nacional de Historia llamó a la Universidad de Chile. No a la Facultad de Historia, sino a la de Derecho: Bernardino Bravo (73), destacado historiador de las instituciones, recibió el galardón. "Algo me esperaba", dijo sonriendo el académico y luego bromeó: "Hay que agradecer al jurado que haya sido tan acertado". Después se puso serio: "Este premio también viene a distinguir a Gonzalo Vial, que fue un gran historiador, que debería haberlo recibido antes que yo".

Miembro de las academias de Historia de Chile, Colombia y Venezuela, Bravo se quedó con el galardón por "su dilatada trayectoria académica e historiográfica en el campo histórico jurídico, en el que sus aportes han recibido amplio reconocimiento nacional e internacional". Desplazó en la disputa a Cristián Gazmuri, Joaquín Fermandois e Isabel Cruz, entre otros.

Formado como abogado en la U. Católica, ha desarrollado su docencia en la U. de Chile. Bravo ha investigado la historia de las instituciones en Chile y entre sus libros destacan De Portales a Pinochet (1985), El presidente en la historia de Chile (1986) y El estado de derecho en la historia de Chile (1996).

"Hasta ahora esta disciplina, una de las más vigorosas actualmente, no había sido premiada. Yo soy el techo de la Escuela Chilena de Historia del Derecho, un gran edificio en que las bases son Alamiro de Avila Martel, Antonio Dougnac y otros", dijo.

Según Jorge Hidalgo, Premio Nacional de Historia 2004, "lo que ha hecho Bravo en historia de las instituciones y en la investigación de cómo se plasmó la Ilustración en América Latina, sin duda representa una contribución a nuestra historia".

No todos tienen una visión tan positiva: "Había candidatos mucho mejores. Fue una decisión política, jugaron influencias sociales", dice Gazmuri. Gabriel Salazar, premiado en 2006, agrega: "Bravo trabaja una corriente minoritaria, tradicional, muy de la primera mitad de siglo XX. Es un retorno al enfoque tradicional y de derecha, que ha sido la línea gruesa del premio".

En junio, Bravo presentó Historia del Estado en Iberoamérica, donde revisa el concepto del Bicentenario. Ayer lo plasmó así: "Nadie sabe lo que es Bicentenario. ¿Bicentenario de qué? Se puede contestar: una vertiente es sobre la constitución de un Estado independiente. La otra es la que lideró Andrés Bello, que intentó acentuar la unidad de la cultura en toda América. Ese Bicentenario hoy no se menciona".