Señor director:

Los días que no usamos reloj despertamos cada semana un poco más tarde. Si en enero despertamos las 7.00AM, ahora será alrededor de las 8:30AM. Esto es natural y se debe a que en enero el sol se levantaba a las 6:30AM, mientras que ahora lo hace a las 8.00AM. Científicamente, el amanecer es la señal más importante en determinar nuestro despertar. Si en días laborales el reloj suena a las 6:30AM, en enero se pierden 30 minutos de sueño. Pero ahora se pierde una hora y media, ya que sin despertador dormiríamos hasta las 8:30AM. En el caso de los adolescentes, la pérdida de sueño aumenta hasta tres horas y media en esta fecha.

Tener un déficit de sueño de 30 minutos no es grave, pero cuando alcanza más de una hora comienza a afectarnos. Baja nuestro estado de alerta y nos volvemos más irritables. Estos cambios afectan a nuestra salud, y en el caso de un adolescente con déficit de sueño, dificultará su aprendizaje.

Parte del problema se debe a que Chile no se encuentra en el Ecuador, porque la hora del amanecer cambia con las estaciones y eso no lo podemos controlar. Pero sí podemos adoptar un horario en que el sol se levante alrededor de la hora a la que necesitamos despertarnos. Ello ocurriría si nuestro país eligiera el horario que le corresponde por su posición planetaria. Si fuese el que le concierne (UTC-5h), que es el de Perú, Colombia y Ecuador, y no el actual (UTC-3) utilizado por la costa Atlántica de Brasil, el sol se levantaría hoy a las 6:30AM, y no tendríamos déficit de sueño.

Esto sería bueno no solo para las personas sino también para el país, ya que mejoraría el desempeño y la salud, temas directamente vinculados con nuestra productividad y calidad de vida.

John Ewer

Investigador Instituto Milenio, Centro Interdisciplinario de Neurociencia de la Universidad de Valparaíso