Este miércoles, la Presidenta Michelle Bachelet intervino en el debate que se dio en el marco del septuagésimo segundo periodo ordinario de sesiones de la Asamblea General de la ONU.

Durante la tarde, la Mandataria defendió sus reformas en un discurso en el que destacó la firma de tratados en materia de medio ambiente, y otras políticas públicas como la reforma al sistema electoral, la unión civil, la despenalización del aborto, la gratuidad en la educación, y el compromiso de Chile por ayudar a los países en conflictos, entre otros.

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Su mensaje comenzó con palabras de solidaridad hacia el pueblo mexicano tras el terremoto 7,1 que afectó al centro del país.

En ese sentido, destacó la importancia de enfrentar el cambió climático y destacó las iniciativas con las que Chile se ha comprometido como el "Plan Nacional contra el cambio climático" puesto en marcha en el país, la incorporación al programa "Océanos limpios" de ONU Ambiente y la ratificación de la enmienda de Kigali, del protocolo de Montreal.

En su discurso, Bachelet soostuvo que "Chile es un país que ha aprendido de su historia, que ha conocido el dolor, pero también la esperanza".

"La experiencia internacional nos ha ayudado y alertado sobre la necesidad de hacernos cargo de mejorar nuestras instituciones democráticas, así como la transparencia y la probidad tanto en la política como los negocios, poniéndole un freno a la corrupción", agregó la Mandataria,

En este sentido, relató que durante su gobierno se llevó a cabo "una profunda modificación del sistema electoral que heredamos de la dictadura, haciéndolo más proporcional e inclusivo, y garantizando una cuota mínima del 40% para las candidaturas femeninas".

También mencionó los "cambios en las normativas que regulan el financiamiento de las campañas electorales y de los partidos políticos, para que no sea el dinero el que defina el resultado de las elecciones".

Y agregó que "estamos en pleno proceso de elaboración participativa de una nueva constitución, más moderna y democrática".

Además, destacó que se avanzó en responder las demandas por mayores libertades individuales y derechos para las personas. "Por ello hemos avanzado decididamente en la ampliación de dichas libertades y derechos, entre otras cosas con el acuerdo de Unión Civil, que permite formalizar uniones entre personas del mismo sexo, y la despenalización del en casos extremos como el peligro de la vida de la madre, la inviabilidad fetal o una violación".

Durante su discurso, la Presidenta también se refirió a la reforma a la educación, que según expresó, "pone a la educación pública en el centro de este movimiento".

"Estamos garantizando grados crecientes de gratuidad, primero para las familias de menores ingresos –el próximo año el total de los estudiantes pertenecientes al 60% más pobre de Chile podrá estudiar gratis en la educación superior– y, posteriormente, para toda la población. Es nuestra manera de reivindicar la idea de que no habrá progreso individual sin progreso colectivo. Que no puede haber bienestar perdurable donde unos grupos privilegiados pierden el vínculo con los más desfavorecidos", agregó.

La Mandataria además destacó el compromiso que Chile mantiene "en favor de la paz, la democracia, los derechos humanos y el libre comercio".

En este sentido, se refirió a la crisis que afecta a Venezuela y reiteró que en conjunto con 11 países de la región, Chile "ha hecho un llamado al diálogo creíble entre el gobierno y la oposición, y estamos dispuestos a jugar el rol que los venezolanos estimen conveniente, todo con el fin de obtener resultados concretos y restaurar plenamente la democracia en ese querido país".

Además, sostuvo que esperan que la República Popular Democrática de Corea "cese las pruebas nucleares, cumpla con las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, contribuya a garantizar la estabilidad duradera en el noreste de Asia y se allane a resolver la situación a través de canales pacíficos, diplomáticos y políticos".

Y destacó que Chile ha participado activamente en "las negociaciones para generar el Tratado de Prohibición de las Armas Nucleares, que hemos firmado hoy mismo. Es un hecho histórico que crea una norma que sienta las bases para futuras negociaciones que permitirán su total eliminación de forma verificable e irreversible".