La historia de un anciano que se opone a vender su casa a la modernización y que mediante miles de globos la utiliza para viajar, tiene algo en común con una vivienda en Seattle que será subastada mañana.

La casa que inspiró la historia de la película de Pixar, Up, podría comenzar a desaparecer, ya que si sus actuales dueños no cancelan una deuda cercana a los 186.000 dólares, el inmueble será subastado este 13 de marzo.

La vivienda fue construida hace más de 100 años cuando la zona en la que se encuentra todavía eran campos y granjas. Pero adquirió notoriedad cuando en 2006 su propietaria de 84 años, Edith Macefield, rechazó una oferta de compra de un millón de dólares por parte de un promotor inmobiliario.

Macefield murió en 2008, a los 86 años, y, paradójicamente, legó su casa al supervisor de las obras del nuevo edificio, Barry Martin, con quien durante todo el proceso llegó a trabar una buena amistad.