Romeo, su tercer hijo, justo ayer cumplía apenas cinco meses de vida. Eran las 20.05 horas. Ella vestía el mismo traje blanco de toda la jornada. Con el pequeño en brazos, avanzó unos pasos en la cafetería "El Angel", de avenida Pajaritos. No tenía sede de comando. Daba lo mismo. Todo hervía. Risas y bromas. Ya sonaba la champaña. Intentó decir algo, pero los primeros cinco segundos fueron de una sonrisa cómplice para las cámaras. Y aplausos.

"¡Cathy, Cathy!", el grito no paraba de sonar. Desde 2004 que Maipú tenía alcalde DC, además de otro largo espacio, entre 1990 y 2002, cuando el sillón edilicio también fue controlado por ese partido. Jamás una mujer alcaldesa. Todo eso, hasta ayer. Cathy tomó aire. Cedió a Romeo al diputado UDI Joaquín Lavín Jr., su esposo y escudero en su candidatura independiente por el pacto Chile Vamos. Y se lanzó, a medio camino entre la felicidad y el desahogo. "Esto es un día muy lindo. Yo estoy orgullosa de mi pasado, de mi presente y más aún de mi futuro. Quiero ayudar a la gente", dijo.

De "Robotina" al Core

Una mescolanza de recuerdos debe haber pasado por la memoria de Cathy Barriga Guerra, en medio de aquella arenga. Desde finales del siglo XX, cuando esbozó sus primeras incursiones en la pantalla chica como la "Robotina", en el desaparecido Canal 2. Después, cuando definitivamente se hizo conocida en Mekano, aquella eterna fiesta juvenil de Mega, de poca ropa y mucho baile. Más tarde, en 2005, como protagonista de La Granja Vip, el reality más visto de la TV chilena, con un promedio de 32,5 puntos, donde fue víctima del bullying de sus compañeros y de las peleas con Pamela Díaz. También de sus días más recientes, como Core de la Región Metropolitana. Todo eran sólo recuerdos.

Ayer, a las 24 horas, la web del Servel indicaba con claridad que Cathy marcaba el 36,15 % de las preferencias de los 98 mil votos válidos en Maipú. Atrás quedaba el actual alcalde, Christian Vittori, un DC no apoyado por la DC tras su formalización en el llamado "caso basura", con el 31,32% de los sufragios, y el candidato oficialista, del mismo partido democratacristiano, Freddy Campusano, con el 17,50%. Entre ambos sumaban más votos. Pero esa es otra historia. Anoche, celebraba Cathy Barriga, la primera alcaldesa de esta comuna, de 370 mil electores.

Y, conforme pasaban los minutos, su discurso tomaba fuerza y seguridad. "Lograr este resultado es maravilloso, siento que me ha apoyado gente de distintos lados políticos. Y quiero decirles a todos que en Maipú no debería escucharse nunca más la palabra corrupción", sostuvo.

En la vereda del frente, la derrota se masticó con incomodidad. Vittori, en su comando de avenida Hermanos Carrera, daba las gracias a quienes lo apoyaron. Y expresaba que "entregamos un Maipú distinto del que recibimos, claramente con mucho más avance".

Respecto de su resultado electoral, agregó que "a veces la insistencia, la tozudez de los poderes políticos, de los poderes fácticos, hacen que se distorsione la realidad de la ciudadanía, pero aquí estamos dando la cara".

El candidato oficialista DC, Freddy Campusano, también pasó el dedo sobre las heridas: "Se ha expresado la democracia, los ciudadanos de Maipú han votado y eso se respeta. Esto es un castigo a las malas prácticas, es el daño de un candidato que prefirió el camino individualista y no colectivo, eso nos ha provocado esta derrota. A trabajar ahora en recuperar la comuna".

El día más largo

El día de la ganadora fue tal como su campaña: acelerado, familiar. Partió a votar, acompañada de toda su familia, a la Escuela Tomás Vargas y Arcaya. Llegó a las 10.15. Un grupo de motoqueros, adherentes suyos, la escoltó. "Estoy muy tranquila, contenta", decía en ese minuto Cathy Barriga, mientras intentaba avanzar bajo un tumulto de adherentes y periodistas. A esa altura, consultada sobre si la división de candidatos en la Nueva Mayoría podría favorecerla, era rotunda: "Lo que me favorece es mi trabajo".

Tanto fue el caos que provocó su votación, que una mujer se desmayó tras saludarla y ella misma terminó en el suelo ayudándola.

También aprovechó de calificar como "lamentable" el error de padrón ocurrido en el Servel, "el cual me afectó de manera muy cercana. A mi papá le pasó, no pudo votar, perdí un votito de mi familia. Pero fue mucha la gente afectada", indicó.

Por la noche, pasadas las 22.30, Cathy celebró en un escenario montado en la Plaza Los Cañones, de Maipú. Allí también llegó su suegro, Joaquín Lavín, electo en Las Condes. Los abrazos fueron en familia.