Las células madre son una fuente de posibles tratamientos para el parkinson pese a que todavía no se logran resultados positivos y permanentes en el tiempo.

Investigadores del Instituto Milenio de Neurociencia Biomédica (BNI) estudian un tipo especial de células madre llamadas Muse-AT, para recuperar tejido dañado y potencialmente, revertir la enfermedad.

Claudio Hetz, director alterno de BNI (U. de Chile), explica que estas células se descubrieron hace un par de años, son más resistentes al estrés y tienen gran capacidad de poblar zonas dañadas (homing). "Se extraen de tejido adiposo humano. Ese tejido se licúa y procesa hasta que quedan estas células", dice.

Según Hetz, es difícil que las células madre lleguen justo a la zona del cerebro afectada y que generen las mismas neuronas que están muriendo y que además, sean funcionales y se relacionen con el mismo tipo de conexión. "Con las células Muse creemos que se producirán factores beneficiosos para las células propias del cerebro, que ayudarán a reducir la inflamación de la zona y eso permitirá que las que quedan, sigan funcionando", señala.

El estudio preclínico se realizará en animales sanos y con parkinson. A ellos se les administrará (vía venosa e intracerebral) las células Muse para luego averiguar si poblaron la zona dañada del cerebro, por cuánto tiempo estuvieron allí, si ayudaron a la función motora de los individuos y cuánto vivieron las neuronas que ya estaban allí.

La investigación durará dos años, cuenta con el apoyo de Corfo (288 millones de pesos) y la empresa Cellus que junto a la U. de California adquirieron parte de la propiedad intelectual.

A juicio de Andrés Couve, director del BNI, la alianza marca un precedente importante en el país respecto a la necesidad de incrementar la relación entre ciencia y empresa en neurociencia y biomedicina.

En Cellus, este tipo de células son la carta principal de la unidad de investigación y desarrollo debido a la capacidad que tienen de migrar hacia los tejidos dañados. "Lo más sobresaliente es que han demostrado inducir una reparación acelerada en modelos animales de daño severo cardíaco, hepático, renal, muscular y cerebral, incluso integrándose y diferenciándose en los tejidos dañados, después de una sencilla administración por vía venosa, eso no lo hacen las células madre tradicionales", dice Rodrigo Arancibia, director ejecutivo de Cellus Medicina Regenerativa.