La visita del Primer Ministro chino, Li Keqiang, a Chile y la región tiene concentradas a las autoridades y empresarios de esta parte del mundo.

Razones hay, porque el gigante asiático ya es el segundo principal origen de las importaciones de Latinoamérica, y el tercer principal destino de sus exportaciones, según el documento "América Latina y el Caribe y China. Hacia una nueva era de cooperación económica", elaborado por la Cepal.

En efecto, entre 2000 y 2014, la participación de China en los embarques regionales pasó de 1% a 9%, mientras que su peso en las internaciones subió de poco más de 2% al 16% en el mismo lapso. Así, el año pasado la Unión Europea y China tuvieron prácticamente la misma participación en el comercio de bienes de América Latina y el Caribe con el resto del mundo (12,4% y 12,5%, respectivamente).

Si bien la UE sigue siendo el segundo principal mercado para las exportaciones regionales (detrás de Estados Unidos), desde 2010 China  la desplazó como segundo principal origen de sus importaciones, también detrás del país del Norte.

A nivel regional, entre los mayores exportadores de productos a China figuran Brasil (42,6%), Chile (19,4%) y Venezuela (10,8%).

Ahora bien, América Latina y el Caribe también han ganado terreno como socios comerciales de China. Si 15 años atrás la región absorbía el 3% del total de exportaciones de bienes de China y era el origen del 2% de sus envíos, en 2013 su participación en ambos flujos marcó 6% y 7%, respectivamente.

"Dado el menor ritmo de crecimiento previsto para los próximos años tanto en China como en la región, el comercio bilateral no seguirá expandiéndose a tasas tan elevadas como las observadas en la última década y media", advierte la Cepal.

Oportunidad agrícola

El análisis de la Cepal es claro en cuanto a las oportunidades que otorga el país asiático a los productos agrícolas. China, tiene sólo el 7% de sus tierras cultivables y el 6% de los recursos hídricos del mundo y debe alimentar al 22% de la población mundial.

Desde 2004 se convirtió en un importador neto de alimentos y desde entonces registra un creciente déficit comercial en el sector agrícola. De ahí que según la Cepal "la agricultura y la agroindustria son los sectores promisorios para la diversificación de la canasta exportadora regional".

Con el aumento del ingreso urbano y una población que amplía su clase media, los cambios en los patrones de consumo se hacen evidentes, dando más espacio a las proteínas, alimentos procesados y en general, aquellos de mayor calidad e inocuidad. "Esto plantea una oportunidad considerable para América Latina y el Caribe, varios de cuyos países son exportadores altamente competitivos de alimentos", acota la Cepal.

Otro aspecto que destaca la entidad es que los países de la región que han suscrito tratados de libre comercio (TLC) con China pueden ver facilitada la expansióm de sus exportaciones agrícolas a ese país en los próximos años. A la fecha, tres países de esta parte del mundo han suscrito acuerdo de este tipo: Chile, Perú y Costa Rica.

Inversiones

La Cepal también advierte que la inversión extranjera directa (IED) procedente de China en América Latina y el Caribe fue muy limitada hasta 2010. Desde entonces, añade, ha aumentado "notablemente".

En las dos décadas previas a 2010 llegaron a la región cerca de US$ 7 mil millones de IED desde China. Ese año marcó un punto de inflexión, con un flujo estimado en US$ 14.000 millones, equivalentes a un 11% de la IED total recibida en la región.