Quince cuartetas en la persecución de la Copa del Mundo de Cali. Una de ellas es la chilena, que después de mucho llega a una competencia de este nivel. Alguna debe ganar, siete más serán las que obtendrán cupos para el Mundial de Hong Kong, alguna lamentará terminar novena. Alguna deberá ser última.

Y fue la chilena.

No es la primera ni es que no vaya a volver a pasar que algún equipo chileno remate colista en alguno, pero eso no le quita dramatismo. Los dirigidos por Miguel Droguett, encabezados por Antonio Cabrera, tenían esperanzas de ese octavo puesto, y así lo manifestaron antes de irse a Colombia.

Tenían buenas marcas. Chile había tenido una buena participación en el último Panamericano en México: 3'59"153 en la cuarteta y en la persecución individual, récord (4'13"007) de Edison Bravo.

Estar ahí ya era un motivo de orgullo para el experimentado Cabrera, para los Sub 25 que lo acompañaron en la aventura en Cali, para el técnico.

Pero Chile fue último en la prueba realizada el viernes. Cuatro minutos, 14 segundos y 482 milésimas fue su tiempo, lejos de los líderes, lejos del 14º (cinco segundos y medio). Lejos también de sus propias marcas.

Del último puesto se vuelve con algo de vergüenza, como dice Cabrera. "Fuimos últimos, fue un mal resultado, falta seguir trabajando y el compromiso de los ciclistas que quieran trabajar. Fui último y vengo de hacer un récord hace poco, fui campeón panamericano junto a Edison (Bravo), pero la sensación de ser últimos es mala, da vergüenza, eso me pasa a mí, que llevo mucho tiempo entrenando duro", declara.

El entrenador, Droguett, también sufrió: "La verdad es que no estuvimos a la altura, pero hacía más de cuatro años que Chile no asistía, hubo un cupo y debíamos comenzar este nuevo ciclo olímpico".

"Así nos damos cuenta qué nivel debemos tener para grandes cosas, la capacidad de los deportistas está, hay que trabajar mucho. La realidad es últimos, teniendo marca para estar entre los ocho primeros. Lástima que el equipo no pudo seguir entrenando después de México. Ahí las cosas serían diferentes", agrega el técnico.

¿Por qué no siguieron entrenando? Droguett asegura que "no había apoyo de nadie, por los boicot de algunos deportistas como Pablo Seisdedos, Luis Sepúlveda o Daniela Guajardo, que fueron al COCh, al IND a dejar mal a sus compañeros".

¿Es un fracaso? "Fracaso es no intentar superarse", responde el DT. ¿Sacar a los históricos y poner jóvenes, fue buena idea? Droguett contesta que "los tiempos y ese récord panamericano lo dicen". Sólo Cabrera estuvo en México y ahora en Colombia.

Sufrieron también esos que se quedaron en Santiago, los del boicot, los que según su versión se quedaron fuera de las nóminas, porque ya estaban "cocinadas" de antes. "Quieren aparentar un proceso selectivo claro, trasparente", como expresó Luis Sepúlveda cuando recibió una citación menos de 24 horas antes de su realización.

Cabrera no quiere más líos. "Ya pasó el tiempo de pelear con la federación o entre ciclistas, ahora está todo, tenemos el apoyo del Comité Olímpico, pero si no hay equipos, no hay Vuelta Ciclista, no hay auspiciadores...".

El otro misterio

Chile vuelve también con el misterio de la participación de Edison Bravo. Estuvo en Cali, pudo ser un elemento diferenciador en la cuarteta, pero no corrió, se supone que fue guardado para la prueba por los puntos individual, pero no corrió. "Nos permitieron la inscripción, pero después cambiaron (las reglas)", asegura Droguett. "No tenía el puntaje para hacer la prueba", reconoce Cabrera. ¿A qué fue entonces?

Son las consecuencias de las eternas divisiones del ciclismo nacional, que la directiva que hoy encabeza Richard Gweyne no ha logrado resolver.

A Cabrera, de 35 años, el último puesto en Cali no le merma su sueño. "Espero que todo mejore, es el momento justo para que Miguel Droguett nos ordene, porque estoy en otro proceso, quiero ir a unos Juegos Olímpicos con la cuarteta y para mí pasa el tiempo".