Ni Plutón sigue siendo un planeta, ni el Distrito Federal, la capital de México, sigue siendo el DF. Las nuevas generaciones están viviendo en un mundo en el que los que nos educamos en el siglo XX no nos terminamos de ubicar. México se componía de 31 estados y un Distrito Federal, en imagen y semejanza a sus vecinos estadounidenses con su Washington DC. Sin embargo, hace varios años era un deseo de los capitalinos dejar ese estatus y convertirse en el estado número 32. Este cambio no es sólo semántico, ya que en la práctica les da mayor autonomía política y administrativa, dejando en manos de sus ciudadanos la elección de su organización interna y autoridades. Tras su discusión en el Congreso, el 29 de enero de este año, el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, firmó la reforma constitucional que declaró el fin del Distrito Federal y el inicio de la Ciudad de México.

En estos momentos se encuentran trabajando en la asamblea constituyente que tendrá que redactar la nueva Constitución antes de fines de enero del 2017, y todavía queda por definir cuál será el gentilicio, ya que el "defeño" caerá en desuso (el popular "chilango" no se refiere a los nacidos en el DF, sino a los que llegaron de provincia y llevan muchos años viviendo ahí).

Si viajar al DF significaba visitar lugares increíbles como el Zócalo, el Museo de Antropología, el Parque de Chapultepec o el Museo de Bellas Artes –todos los cuales siguen existiendo y siguen valiendo la pena-; la CDMX se estrena con nuevos espacios que han sido inaugurados en los últimos años y que muestran una cara más actual de esta ciudad de cerca de nueve millones de habitantes.

La esquina de oro

Tres de las mejores novedades de los últimos años en la Ciudad de México se encuentran en un mismo lugar. Los museos Soumaya y Jumex y el Acuario Imbursa quedan al lado uno del otro, y ofrecen un panorama capaz de ocupar más de un día.

El Museo Soumaya pertenece a la Fundación Carlos Slim y está nombrado así por la fallecida esposa del millonario. Si bien su sede original –todavía en funcionamiento- fue abierta en 1994, no fue hasta 2011 que inauguró su edificio más grande y emblemático, una obra de arte en sí misma que fue diseñada por el arquitecto mexicano Fernando Romero, con la asesoría de Franck Gehry y Ove Arup. El museo tiene entrada gratuita y cuenta con colecciones diversas repartidas en seis plantas. Lo mejor es empezar por el sexto piso, que acoge la colección de Rodin, la más grande que existe fuera de Europa, y descender por las rampas del maravilloso ente blanco que es. El resto de los pisos incluyen muestras variadas, pintura europea, marfil, obras coloniales y una colección de numismática capaz de interesar incluso a los que los billetes y monedas los tienen sin cuidado.

Justo a su lado se encuentra el Museo Jumex de arte contemporáneo. Inaugurado en 2013, y construido por el afamado arquitecto David Chipperfield, aloja la colección del mismo nombre, considerada una de las más importantes de América Latina. Además suelen tener exposiciones temporales, como la retrospectiva de Peter Fischli y David Weiss, titulada Cómo trabajar mejor, que se inauguró el jueves y estará abierta hasta septiembre. La entrada cuesta alrededor de dos mil pesos chilenos y los domingos es sin costo.

Nada más atravesando la calle se encuentra el Acuario Imbursa, que por estas fechas cumple su segundo aniversario. Siguiendo el ejemplo de otras ciudades que en los últimos años han construido grandes acuarios de nueva generación, la Ciudad de México cuenta ahora con uno que alberga cinco mil ejemplares de más de 230 especies marinas. El edificio tiene una capacidad de 22 millones de litros de agua con una profundidad de 20 metros y 48 áreas de exhibición. La entrada cuesta cinco mil pesos chilenos, y abren todos los días.

Ciudad mundial

Dos veces mundialista y una vez olímpica, esta ciudad tiene un pasado deportivo importante. La nueva Ciudad de México no se quiere quedar atrás y se ha vuelto un sitio significativo en el panorama deportivo internacional.

Además de la liga de fútbol local, quizás la más cara de América Latina junto con la de Brasil, la Ciudad de México ofrece panoramas deportivos bastante distintos, como la afamada lucha libre.

En estos momentos el mítico Estadio Azteca se encuentra en plena reforma, aunque sigue en funcionamiento. Estas obras forman parte de la candidatura que México quiere presentar para ser sede de la Copa del Mundo de la FIFA 2026.

En el intertanto, el estadio es sede de algunos eventos internacionales, como un partido de la temporada regular de la NFL que enfrentará a los Oakland Raiders y los Texans de Houston el 21 de noviembre en el Azteca.

Casi un mes antes, la Fórmula 1 vuelve a la capital mexicana. El Gran Premio de México tendrá su sede en el Autódromo Hermanos Rodríguez, muy cerca del aeropuerto de la ciudad. El 28 de octubre será la práctica, el 29 la clasificación y el 30 la carrera. Una excusa de viaje para los fanáticos de este deporte, en una fecha a sólo dos carreras del final del campeonato que sin duda estará en su momento decisivo en la CDMX.

La buena vida

Sólo un par de meses antes de la declaración oficial de la Ciudad de México abrió sus puertas el centro comercial más nuevo de la ciudad marcando la pauta de lo que es esta nueva capital. El Palacio de los Palacios es la tienda de departamentos más grande de América Latina. Chanel, Miu Miu, Dolce & Gabbana, Givenchy, Prada… las marcas más lujosas del mundo se encuentran reunidas aquí. "Es una de las cosas que me gustan en comparación con Santiago, caminando a la pega puedo ver en las vitrinas toda la vanguardia de las grandes marcas, cosas que antes sólo podía ver por internet", comenta Alfredo Capstick, un diseñador chileno residente en la CDMX.

En el Palacio de los Palacios cada uno de los pisos hace alusión a un barrio de la ciudad. La planta baja, por ejemplo, representa al Paseo de la Reforma, principal arteria de la capital, e incluso reinterpreta algunas de sus rotondas donde se encuentran emblemáticos monumentos. La sección infantil recrea la Feria de Chapultepec, y las colonias Roma y Condesa sirven de inspiración para la sección gourmet.

Este centro comercial se encuentra en pleno Polanco, el barrio justo al lado del Bosque de Chapultepec, no lejos del Paseo de la Reforma y el Centro Histórico, que es una de las zonas más exclusivas y uno de los sitios a donde ir a ver qué hay de nuevo en la CDMX.

La Avenida Presidente Masaryk es el centro neurálgico de Polanco. Las vitrinas de lujo se intercalan con algunos de los restaurantes nuevos. Ciudad de México sin duda ofrece comida de todo el mundo, y se pueden encontrar las diferentes versiones de la comida mexicana, la cual dista de ser sólo una. Está la cocina tradicional, pero también las interesantes versiones de alta cocina y los experimentos contemporáneos, así como la variedad de locales que ofrecen la gastronomía de los otros estados de México, tan diversas entre sí.

En la zona de Masaryk hay dos buenos ejemplos de esto: el restaurante Raíz, que acaba de abrir hace sólo unos días, con tres chefs a cargo, es un digno representante de la cocina contemporánea del país; y el Cabanna, de estilo joven y especializado en pescados y mariscos al estilo Sinaloa, un estado del noroeste de México, y cuyas preparaciones reinan en algunos restaurantes de moda de la CDMX.

Cerca de Polanco se encuentran los dos barrios más hipster de la CDMX, la Condesa y la Roma. Una infinidad de nuevos cafés y bares se mezclan con parques y casas antiguas reformadas. Si bien sobran lugares a los que ir a comer, el Mercado Roma es uno de los que más atrae a los visitantes. Ahí conviven locales distintos que ofrecen sofisticadas opciones en mostradores, en una pequeña versión mexicana del Soho neoyorquino que se completa con mesas comunes y mucha, mucha gente, por lo que hay que llegar temprano para poder disfrutarlo.

A diferencia de los cambios que aquí se experimentaron hace unos cuantos siglos, cuando una catedral era construida sobre un templo azteca para borrar el pasado, la nueva Ciudad de México crece sin anular lo que hizo grande al DF y se pone cada día más interesante. ¡Bienvenida CDMX!