Alfajores, galletas y queques. Esos son algunos productos que los escolares suelen vender en los recreos, para reunir fondos para  fiestas o viajes de estudios. Desde el próximo lunes, sin embargo, ya no será posible: la Ley de Etiquetado, que prohíbe la venta de  alimentos altos en nutrientes críticos en los colegios, no sólo regula a los quioscos, sino todas las ventas que ocurran al interior de los establecimientos educacionales.

La norma, que fija límites para las calorías, azúcar, sodio y grasas saturadas, y obliga a rotular a los productos envasados que los excedan, sólo hará excepciones con las colaciones que envíen los padres y apoderados."La ley aborda la venta y promoción de alimentos "altos" (en nutrientes críticos)  al interior de los establecimientos educacionales, y estrictamente la colación no es venta ni promoción", señaló Lorena Rodríguez, jefa del Departamento de Nutrición y Alimentos del Ministerio de Salud.

Rodríguez es clara en explicar que, por ejemplo, en el caso que un niño quiera comercializar un queque en el colegio "no se puede hacer, porque no se pueden vender alimentos que superen los límites. Pero, también, habría que ver que producto es, porque hay gente que hace galletas de avena que son saludables". Añade que sólo tratándose de alimentos saludables, o que no tengan etiqueta, "se pueden seguir vendiendo en las escuelas".

De acuerdo a la experta, mediante los diálogos ciudadanos se han realizado discusiones acerca de la implementación del reglamento: "Estamos llamando a que las familias y la comunidad escolar entera se sume a esto".

En ese contexto, los colegios ya están aplicando medidas para cumplir la norma y, para ello, consideran ahora la venta de frutas y ensaladas para juntar fondos, y han instaurado las "convivencias saludables" como actividades de rutina.

En el establecimiento José Joaquín Prieto, parte la red de establecimientos Sociedad de Instrucción Primaria (Sip), la dirección resolvió "enviar comunicaciones cuando se organiza una convivencia, para que los alumnos traigan sólo comida saludable", señala Marcia Poblete, directora del recinto. En el colegio se permite que los apoderados puedan vender alimentos en el patio, pero éstos son preparados y naturales. "Ahora las mamás del tercero medio están vendiendo ensaladas en el recreo", agrega Poblete.

La regla, sin embargo, podría romperse en ocasiones especiales, que impliquen reunir fondos para familias con necesidades urgentes y donde se incorporarían productos no envasados, que no están incluidos en la ley, como pizzas o completos. "Por un tema de salud, por ejemplo, si algún papá o mamá tiene cáncer. Ahí hay un bien superior", explica la directora.

Otro caso es en el colegio Pedro de Valdivia de Peñalolén, donde desde hace dos años tienen quiscos saludables. Claudia Díaz, directora del establecimiento dice que en el recinto los profesores hacen las convivencias con alimentos saludables y que "hace algún tiempo no está permitida la venta por parte de alumnos o apoderados de alimentos".

Aldo Reyes, ingeniero en Alimentos y encargado de Calidad en la red de colegios Pedro de Valdivia, remarca que "por reglamentación interna, la venta y actividades  donde hayan alimentos no saludables está prohibidas". Para complementar eso, se han realizado charlas a apoderados ya que, "ha costado un poco más que ellos entiendan lo importante de la alimentación saludable".

En los colegios municipales también se ha aplicado medidas. En el Liceo Augusto D'Halmar, en Ñuñoa, que ya cuenta con un quiosco, los alumnos no pueden vender alimentos para recolectar dinero: "Para eso se pueden hacer rifas con otros elementos, como vender ropa o libros".

Fiscalización

El próximo lunes 27 comienza a regir la ley, pero debido a que es feriado, en gran parte del país la fiscalización de las seremis comenzará el martes.  "Uno de los focos estará en los colegios y otro en los lugares donde se venden productos de alto consumo infantil", aclaró Rodríguez.