El jueves pasado, justo un año después de que se constituyera, la Comisión para la Medición de la Pobreza entregó su informe final al ministro de Mideplan, Joaquín Lavín.

El grupo, convocado por el ex ministro Felipe Kast e integrado por Benito Baranda, Juan Carlos Feres, Ignacio Irarrázaval, Osvaldo Larrañaga, Claudia Sanhueza y Sergio Urzúa, realizó una serie de recomendaciones técnicas para actualizar la forma en que se mide la pobreza en Chile.

De aplicarse estas sugerencias, la línea de pobreza sería más exigente y las personas en esta situación aumentarían, precisan expertos.

Según la Casen 2009, existen 2,5 millones de pobres en Chile, lo que equivale al 15,1% de la población.

Hoy se calcula una línea de extrema pobreza o indigencia con base en el costo de una canasta básica de alimentos. Esta fue elaborada por la Cepal, según la Encuesta de Presupuestos Familiares de 1987-1988. El  valor se va ajustando por precios y en 2009 llegó a $ 32.067.

Para calcular la línea de pobreza, ese mismo valor se multiplica por dos, que es el costo que se considera para las necesidades básicas no alimentarias. En 1987-1988, los pobres destinaban el 50% de su gasto total a estos otros bienes. Así, en 2009 se consideró pobres a quienes tenían ingresos inferiores a $ 64.134.

La comisión sugirió actualizar la canasta de alimentos, para "dar cuenta de los costos efectivos que enfrentan los hogares a la hora de satisfacer sus necesidades básicas de alimentación", dice el informe.

En este sentido, la economista de la UDP Claudia Sanhueza señala que si se aplican los cambios recomendados, "la línea de pobreza es más exigente y la pobreza aumentaría".

Los cambios
La comisión sugiere ajustar los requerimientos calóricos de la canasta básica. La actual incluye alimentos para una dieta de 2.176 kilocalorías al día. Según las nuevas recomendaciones energéticas de la FAO o la OMS, para Chile se requerirían ahora 2.130 kilocalorías (2,1% menos).

Asimismo, los alimentos que se incluyan en esta nueva canasta se deben actualizar con base en la última Encuesta de Presupuestos Familiares, levantada por el INE entre 2006 y 2007. Luego, esa nueva canasta se debe valorizar con los registros de precios del INE, lo que definirá una nueva línea de indigencia.

Para determinar la línea de la pobreza, los miembros del comité se dividen entre quienes plantean que se mantenga la multiplicación por dos y los que proponen actualizar esta cifra a 2,3 veces, como estima la Cepal actualmente.

Por otra parte, el comité también propuso cambios a la forma en que se miden los ingresos de las personas. A la estimación del ingreso monetario -que suma los ingresos autónomos más transferencias del Estado-, los expertos sugieren incluirle, además, una valorización de las transferencias en alimentos de distintos programas sociales.

Recomienda también aumentar el período de referencia en que se toman los ingresos de las personas. La comisión detectó que si bien algunos hogares no registran ingresos en el mes encuestado, pueden tener auto o TV satelital, lo que sugiere que sí tendrían un ingreso más permanente y que el resultado de la encuesta puede ser transitorio. Esto se aplicará en la Casen de este año.

La comisión sugiere terminar con el ajuste de ingresos por Cuentas Nacionales y perfeccionar el concepto de "alquiler imputado". Por último, plantean continuar con ambas mediciones de pobreza por un tiempo, para poder realizar un empalme en la serie de datos.