Los fósiles de una de las aves prehistóricas más grande del mundo, el Pelagornis chilensis, fueron hallados por traficantes en Bahía Inglesa, Región de Atacama, y luego vendidos en EE.UU., en 2005. Sin embargo, los restos pudieron ser recuperados por Chile en 2009. David Rubilar, jefe de Paleontología del Museo Nacional de Historia Natural (MNHN) e investigador de la Red Paleontológica U-Chile, dice que sus restos permiten conocer la fauna que habitó la Tierra en el Mioceno, es decir, entre 5 y 10 millones de años atrás.

El científico, agrega que además del Pelagornis, en la Formación de Bahía Inglesa, también se han encontrados vertebrados marinos, muy bien preservados. De hecho, recuerda que la mayor parte de los dientes de tiburón que se venden ilegalmente en Chile, provienen de esta zona. Sin embargo, afirma que todavía queda mucho por descubrir porque los fósiles se hallan en formaciones rocosas extensas.

Para proteger este tipo de patrimonio prehistórico, es que el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) creó el mapa de potencialidad paleontológica de Chile, cuyo objetivo es resguardar los fósiles del avance de las actividades mineras, industriales y del crecimiento urbano, entre otras amenazas.

La primera parte del mapa se compone de las regiones de Atacama y de Coquimbo. En esta última destacan sitios patrimoniales como el Monumento Natural de Pichasca, una formación rocosa del Cretácico, donde es posible hallar restos de dinosaurios, cocodrilos terrestres, y troncos petrificados de araucarias.

En la cartografía del CMN se muestran las unidades geológicas de acuerdo a su posibilidad de contener fósiles, más que un sitio o lugar en particular. Estas unidades se clasifican en fosilíferas (posee hallazgos fósiles); susceptibles (no posee hallazgos pero por sus características es posible que contenga); y estériles (poco probable que contenga fósiles).

El número de unidades fosilíferas llega a 55 en la Región de Atacama (23% de la superficie regional) y en la Región de Coquimbo suman 40 (38% de la superficie).

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Ana Paz Cárdenas, secretaria técnica del CMN, dice que comenzaron el mapa con dos regiones, pero anualmente se irán sumando más. Para 2017, se evalúa sumar Aysén y Valparaíso.

La autoridad explica que estos mapas son necesarios por la cantidad de proyectos que llegan para ser evaluados ambientalmente. Agrega que no fijan zonas de prohibición para ejecutar proyectos, pero sí son una advertencia, ya que los restos paleontológicos están protegidos por la Ley de Monumentos Nacionales.

"(La ejecución de los proyectos) va a depender de lo que se encuentre. Hay elementos que se pueden levantar del lugar y otros que por su concentración significaría la no intervención en ese lugar", señala Cárdenas

Rubilar plantea que el mapa es un aporte porque hay fósiles que se pueden ver afectados por la construcción de una carretera, de un túnel, u otra obra.

"Ese mapa permite un marco referencial para futuras prospecciones, donde se vayan a hacer obras de infraestructura, muchas de las cuales se ejecutan sin esta consideración y generan, a posteriori, un daño patrimonial difícil de reparar", dice el paleontólogo.