Una enfermedad nueva, inclasificable y temible, pone en riesgo a la raza humana. Mitch Emhoff (Matt Damon), ejemplar padre de familia, asiste impotente a la muerte de su mujer y su hijastro, para luego hacer todo lo posible para poner a su hija a salvo de la pandemia que azota sin miramiento. El doctor Ellis Cheever (Laurence Fishburne) comanda con todo sus recursos al Centro de control de enfermedades para buscar una cura. La doctora Eleonora Orantes (Marion Cotillard) de la OMS, trabaja largas horas frente a un computador buscando al "paciente cero" mientras el bloguero sensacionalista Alan Krumwiede (Jude Law) se encarga de atacar a las autoridades en cada instancia, mientras se las arregla para sacar provecho económico de la situación.

Al igual que Traffic, Soderbergh articula Contagio de manera coral y se aproxima al problema de manera minuciosa y clínica. El miedo a lo desconocido y a perder al ser amado, la resiliencia inherente en el hombre, los errores de juicio, el oportunismo frente a una catástrofe, son solo algunos de los temas en los que el director se interna en una película en que cualquier cosa puede pasar y nada te salvará de tu destino. Es verdad que Contagio puede resultar fría, desafectada y que hay historias que no cierran, pero jamás deja de ser interesante y de poseer un registro único. En sus imágenes desenfocadas encontramos seres humanos luchando frente a lo desconocido y una realidad que, aunque extrema, está al acecho y que se refiere, más que a una enfermedad, a la naturaleza del ser humano.