Dentro de la obsesión de los remakes, el cine de terror es el preferido para las actualizaciones. Lo que parecen no entender los ejecutivos es que no por ser del género pueden hacer absurdos despropósitos como este.  A la espera de su primer hijo, Lenore ha decidido dejar la universidad para criar a su primogénito, junto a su novio y al hijo de éste. Lo que nadie sabe es que durante los primeros meses de embarazo, Lenore tomó unas pastillas compradas por internet para inducirse un aborto. El aborto no se produjo, pero dieron como resultado un "bebé monstruo", con dientes, garras y un gran apetito asesino. Remake de un filme de 1974, Está vivo es una obra pobre de ideas y en ejecución. Sin un ápice del humor negro que impregnaba la original, esta cinta intenta ser una parábola contra el aborto, pero la decisión de llevar el relato por el lado más convencional del cine de género no le hace ningún beneficio a una película de terror que ni siquiera entrega un sobresalto. En definitiva, un filme que nunca debió haber sido concebido.