La manera en que este filme se está ofreciendo a la audiencia, da a entender que se trata de una de las tantas películas de zombies infectados, a la usanza de 28 días después. Nada más lejos de eso. Portadores es un pequeño relato de dos hermanos que viajan con dos muchachas por las carreteras de un mundo diezmado por un virus, el cual, a diferencia de las películas de terror convencionales, una vez que ataca, mata. El punto de interés está en lo que el ser humano es capaz de hacer en situaciones límites y en la relación de los hermanos, pero más allá de un par de momentos de conversación entre ambos, es poco el jugo que se le saca a un tema que siempre puede ofrecer más. No es una mala película, sobre todo si en vez de encontrar una cinta de terror damos con un drama familiar viral y apocalíptico. Vaya sorpresa.