A las 20 horas de hoy, el ex Presidente Sebastián Piñera se reunirá con los presidentes y secretarios generales de la UDI, RN y el PRI, en la residencia del ex ministro Andrés Chadwick. Se trata del primer hito de una semana clave para Piñera, que comenzará con la oficialización de su disponibilidad para repostular a La Moneda y culminará con su proclamación como abanderado presidencial de la UDI y RN.

Un escenario similar al ocurrido ocho años atrás, cuando en 2009 ambos partidos también lo ungieron como su candidato. Aquella vez, terminó ganando la elección en enero de 2010.

Sin embargo, desde un inicio, su administración debió enfrentar serias dificultades. En su primer gabinete designó como ministros sólo a cuatro militantes de RN y cuatro de la UDI, en contraste con 14 independientes, la mayoría de perfil técnico, algo que fue resentido en ese entonces por los dirigentes partidarios, que acusaron un exceso de "tecnocracia". "Cuando se conforma un gabinete debe existir un equilibrio entre experiencia política y conocimiento técnico, y ese equilibrio no se logró", afirmó, por esos días, el senador RN Andrés Allamand.

La tirante relación con los partidos marcó los cuatro años de gobierno, donde sus más duros críticos fueron, entre otros, los entonces senadores Jovino Novoa (UDI) y Carlos Larraín (RN).

Desde las dirigencias resentían también aspectos de su personalidad, particularmente -recuerdan hoy algunos dirigentes- su "obsesión" por controlarlo todo. "(A Piñera) le resulta más fácil mandar que delegar", comentaba Allamand en 2010.

Esto último se vio reflejado en episodios controvertidos, como cuando en agosto de 2011 invitó a La Moneda a los líderes de las movilizaciones estudiantiles, lo que echó por tierra la estrategia que había impulsado el entonces ministro de Educación, Felipe Bulnes, de mantener las negociaciones radicadas en el Congreso, una situación que sería uno de los detonantes, meses más tarde, de la renuncia del ministro.

Terminado su gobierno, Piñera lanzó una autocrítica. "Creamos expectativas excesivas" y "descuidamos la relación con los partidos", fue parte del balance.

Más cercano a los partidos

Hoy, ad portas de su tercera postulación a La Moneda, los principales líderes de Chile Vamos estiman que Piñera ha cambiado y se ha preocupado de cuidar más la relación con los partidos.

"Hoy lo veo más humilde, más cercano, un hombre con capacidad de autocrítica, que sabe reconocer sus errores y no volver a cometerlos. Piñera entendió que no se puede gobernar bien sin el componente político como un elemento sustancial", afirma el diputado Patricio Melero, quien fue presidente de la UDI durante el gobierno de Piñera, por lo que debió entenderse directamente con él.

Una visión que es compartida por el senador RN Alberto Espina, quien agrega que "Piñera tiene plena conciencia de los aciertos y errores de su gobierno y, por lo tanto, adoptará las medidas para que en su campaña se abran las puertas a la mayor participación ciudadana posible y a que los partidos cumplan el rol que les corresponde, incluyendo a los militantes y también a independientes".

La no inclusión de militantes de RN en cargos de gobierno fue, justamente, una de las críticas más recurrentes que realizó Carlos Larraín. Incluso, el ex jefe de RN se la reiteró en enero pasado, cuando acudió a una cena en su casa, instancia en la que ambos limaron asperezas. Según asistentes a ese encuentro, Piñera también hizo una autocrítica y aventuró que trabajará más cerca de los partidos.

El senador y ex presidente de la UDI Juan Antonio Coloma dice que "hoy vemos a un Piñera distinto, que mantiene muchas de sus características positivas, pero más sereno, por haber tenido la experiencia de gobernar".

Según explica el analista y académico de la UDD Eugenio Guzmán, hoy Piñera "aparentemente es menos tecnócrata y está incorporando a otra gente, lo vemos en el rol que ha tenido Chadwick con su puente con la UDI, y en sus relaciones con RN a través de dirigentes que estuvieron vinculados a su gobierno".

Equipos más reducidos

Otra diferencia se produce en el estilo de trabajo, en los que ha preferido contar con un grupo más reducido de colaboradores, que forman parte de su "círculo de hierro". Además de Chadwick y la ex ministra Cecilia Pérez, se hace asesorar por un grupo de profesionales que trabajan en su fundación Avanza Chile, desde donde ha coordinado el trabajo programático con miras a su repostulación.

"Piñera en 2009 aparecía con un gran equipo detrás, entre los que destacaban la figura de Rodrigo Hinzpeter y de los grupos Tantauco. Hoy, en cambio, aparece mucho más solitario en comparación con 2009", afirma Mauricio Morales.

A juicio del analista Max Colodro, "una diferencia que Piñera muestra hoy es un equipo de asesores más consolidados, donde la figura de un Andrés Chadwick, que es sin duda una figura mucho más política, ha venido a reemplazar el rol que jugó Hinzpeter en la campaña anterior".

Más a la derecha

Otro de los cambios que ha experimentado el ex presidente, según diversos analistas, es en el ámbito ideológico, donde hoy Piñera aparece más cercano a la UDI que a RN, con un discurso político más inclinado hacia el eje de la derecha que hacia el centro.

"En 2009, Piñera era una figura muchísimo más centrada. De hecho, obtuvo el apoyo de electores de centro que habían votado por la Concertación y que le dieron la oportunidad a Piñera. Hoy, en cambio, aparece como un líder mucho más cercano a la UDI, y que, por lo tanto, ha tenido un proceso de polarización, que no es muy comprensible, considerando que las elecciones se ganan en el centro", explica el cientista político y académico de la Universidad de Talca Mauricio Morales.

Según Colodro, esta polarización se debe, en parte, al momento político que vive el país. "Piñera refleja hoy esta posición más cercana a la UDI que se explica por el grado de polarización que la sociedad chilena ha vivido en estos últimos años, y que ha llevado a Piñera a ser más preciso en su visión política, y no sólo a plantear una lógica gerencial para abordar los problemas públicos, como lo hacía antes. En ese sentido, la UDI es un partido más ideológico y que tiene un proyecto político más claro, más definido".

Morales, en tanto, agrega otro factor. "En 2009, Piñera era militante de RN y tenía prácticamente dirigido el partido. Pero durante su gobierno tuvo la oposición sistemática de Carlos Larraín y de Manuel José Ossandón, perdió el control de RN y se alejó de ese partido, y la gente que lo recibe es el grupo de Andrés Chadwick, los dirigentes de la UDI".

En esa línea, Patricio Melero lo resume de la siguiente manera: "Hoy no noto diferencias ideológicas de Piñera con la UDI prácticamente en nada, quizás las diferencias pueden estar en los estilos y en los énfasis, pero no en la forma de pensar".

¿Empresario o político?

"Piñera tiene que garantizar una separación total entre negocios y política". Así de claro fue el senador y ex presidente de la UDI Hernán Larraín, hace una semana, en entrevista con La Tercera. La explosión de los casos Exalmar y últimamente una vinculación de una de sus sociedades al proyecto minero Dominga pusieron el foco de atención pública en uno de los aspectos más controvertidos del ex mandatario: si dejará de una vez por todas su faceta de empresario. La duda está instalada ante la posibilidad de que el fideicomiso que anuncie en los próximos días -el que según ha dicho irá más allá de la ley- no incluya una fórmula que lo margine completamente de la administración de sus sociedades -se da por descontado que incluirá las que están en el extranjero- o no considere aquellas en manos de sus hijos. "En 2009, si bien recibía cuestionamientos por su condición de empresario, el tema de sus negocios no estaba en agenda con la intensidad con que está hoy. El va a tener que tomar mucha más distancia de sus negocios", concluye Guzmán.

La fórmula que decida arrojará luces del Piñera que se avecina.