La marea negra que siguió a la explosión en abril de 2010 de la plataforma Deepwater Horizon en el golfo de México manchó también hasta 11 kilómetros de formaciones de coral.

Los corales que se encuentran en el fondo del mar, a una profundidad de 1.200 metros no se ven generalmente afectados por las mareas negras que siguen al naufragio de un petrolero, por ejemplo, afirma la autora del estudio, Helen White, del Haverford College de Pensilvania (este de Estados Unidos).

"Habitualmente el coral que se encuentra en aguas profundas no se ve dañado por las mareas negras 'clásicas', pero la importancia de la fuga tras la explosión de Deepwater Horizon, y el hecho de que el crudo se fugara desde la profundidad, hicieron de ésta una marea negra diferente", señala.

Gracias al uso de vehículos sumergibles y una técnica conocida como cromatografía de gases de dos dimensiones, los científicos pudieron comparar los restos de hidrocarburos con el petróleo que salía de los pozos submarinos dañados y encontraron restos de la marea negra en el coral en una extensión de hasta 11 kilómetros. 

El estudio encontró que el coral del lecho marino cerca del pozo estaba cubierto con una especie de materia marrón y parecía dar muestras de encontrarse dañado. En cambio, no se encontraron trazos de la marea negra a unos 20 kilómetros de distancia.

La explosión de la plataforma Deepwater Horizon el 20 de abril de 2010 frente a la costa de Luisiana, causó once muertos y el vertido de cientos de millones de litros del crudo en el golfo de México hasta el momento de la clausura del pozo, cuatro meses más tarde.