El político venezolano Diego Arria es un conocido economista de la Universidad de Michigan y ex diplomático. Presidió el Consejo de Seguridad de la ONU en 1992 y fue candidato presidencial en 1978. Fue también director del Banco Interamericano y ha sido desde sus inicios un opositor al gobierno de Nicolás Maduro. Arria se encuentra en Chile para participar de la sexta versión del seminario internacional UFPP, dirigido a jóvenes de América Latina y organizado por la Fundación Para el Progreso, entre el 7 y el 11 de agosto. En conversación con La Tercera, Arria apoyó las sanciones que EE.UU. podría aplicar a Venezuela y criticó a la oposición venezolana por su rol en los últimos meses.

Años atrás usted dijo que Venezuela era una "dictadura maquillada". ¿Cuál es su percepción ahora?

Ese maquillaje ya no existe para nada con esto que acaban de hacer estos cuatro meses y que culminan con la Constituyente, que es con lo que ellos se han auto oficializado como una dictadura antes los ojos del mundo.

¿Qué rol debería tomar la región frente a Venezuela?

Venezuela ha sido una víctima de la indiferencia y de la falta de solidaridad internacional por muchos años. Está cambiando muy significativamente ante la tragedia que es imposible de ignorar. Pero lo que se sigue ignorando es que en Venezuela no hay un gobierno, hay unas pandillas que han secuestrado el poder. El caso venezolano se ha globalizado, ya no es un problema sólo nuestro y ni siquiera sólo de la región.

¿Qué pueden hacer las organizaciones internacionales?

Nosotros estamos bloqueados en el Consejo de Seguridad porque China y Rusia son socios que vetarían cualquier iniciativa contra Venezuela. No tenemos una ruta abierta a que la comunidad internacional, representada por la ONU, nos pueda ser útil. Tenemos como aliados éticos al Alto Comisionado de Derechos Humanos. Eso sirve para legitimar las protestas y a los jóvenes que han muerto con tanta valentía. Legitima y anima a la población, pero la solución de Venezuela no va a venir de afuera.

¿Cómo podrá ser entonces esa solución?

La solución de la crisis en Venezuela no será electoral. Ganamos la Asamblea Nacional en diciembre de 2015 con dos terceras partes y la castraron, la neutralizaron. Luego Smartmatic dice que hay manipulación electoral. Siempre digo que la solución no será convencional. Tenemos un gobierno ilegítimo. El rescate de la institucionalidad en Venezuela no sería un golpe de Estado. La Constitución venezolana permite la desobediencia civil y dice que todo ciudadano está obligado a preservar la institucionalidad. Más bien una insurrección ciudadana.

¿Cómo ve las posibles sanciones ligadas al petróleo que Estados Unidos podría imponer a Venezuela?

Las sanciones nunca son perfectas y más aún en general fallan en los objetivos que buscan. Pero al mismo tiempo las sanciones son un paso previo a lo que se llama tener que utilizar la fuerza. En un artículo cité al secretario general de la OEA, Luis Almagro, que dijo que la situación en Venezuela es tan grave que no hay ninguna sanción, de ningún tipo que haga peor las circunstancias ya que los recursos del Estado se los están robando. Las sanciones personales no son suficientes. Parece mentira que Trump tiene mayor sensibilidad y sentido de la urgencia de la crisis venezolana que muchos dirigentes políticos.

¿Cómo ve a la oposición?

Hay una división entre la gente que está en las calles y los partidos políticos, que buscan otras cosas.