AFIRMA Arturo Navarro que se encuentra en riesgo de convertirse en "no lector", porque en la comuna de La Reina (Santiago) sufre "atrasos generalizados" con su suscripción. Comenta que un diario que en días de semana llega al hogar alrededor de las 9.00 no alcanza a ser leído. Advierte que tales atrasos coinciden con "ejemplares más que pletóricos de insertos, proceso que explicaría la tardanza". De ser así, concluye que el viejo proverbio "la codicia rompe el saco" podría adaptarse y llegar a romper el hábito... lector.

El reclamo ha sido remitido a quien es responsable de la distribución y ya se ha preocupado del problema. Sin perjuicio de este caso puntual, en términos amplios debe reiterarse que la distribución oportuna de un diario es determinante para la fidelidad de sus suscriptores y de los lectores en general. Se deja constancia   que es un proceso complejo que depende de muchos factores. El primero es la hora de cierre, la que si bien es diferente para cada sección del periódico, se flexibiliza ante las noticias importantes de última hora. La impresión y armado es otra etapa, como lo es el traslado y la entrega a los distribuidores y suplementeros en distintos puntos de la Región Metropolitana y del país. Un proceso nocturno y de amanecida, sacrificado y pleno de actividad, pero estimulante y satisfactorio por la misión que cumple de difundir lo que sucede. En cuanto a los insertos, no debe olvidarse que también contienen información.

Problema en Harvard

Agustín Barroilhet, desde Boston, solicita la modificación del formato de la web para móviles (http://m.latercera.com), porque los botones son muy pequeños y se encuentran muy juntos, lo que hace casi imposible cambiar de página sin agrandar la imagen. Dice que "la dificultad en el proceso de agrandar y achicar cada vez que se va de una noticia a otra es tediosa, sobre todo porque los textos son breves y muchas noticias vienen en más de tres partes". Agrega que "deberían diseñar esos botones más amablemente, sin obligar al usuario a agrandar la página para  avanzar y luego achicarla para leer (lo mismo se puede decir de los vínculos que vienen debajo para acceder a otras páginas del diario)". Envía un pantallazo explicando el problema... Y espera que se arregle.

Este inconveniente de carácter tecnológico también se informó al área correspondiente. Por otra parte, trae a colación el debate entre los partidarios del soporte papel y los de la plataforma virtual. Estos últimos pronostican como cuestión de tiempo que el segundo sustituirá al primero. Si bien no es del caso entrar a esa discusión, debe considerarse que hoy la convivencia de ambos es una realidad y puede permanecer indefinidamente. De allí la necesidad de prestar especial atención al mundo de la web, a fin de no caer en el error de aquellos que optan por echarse tierra a los ojos. En cualquier caso, el ejercicio del periodismo, con sus principios éticos y exigencias profesionales, estará siempre presente y condiciona la tarea de informar, sea mediante la prensa o en la red.

El arte de los títulos

Sobre este último aspecto, Alberto Lehyt Molina destaca que en la página 10 de la edición del jueves 22 de marzo se tituló "Clausuran  dos locales de comida rápida tras fiscalización en Santiago", y que en el desarrollo de la noticia se entregan sus direcciones, sin mencionar los nombres. Como en situaciones similares se pusieron los de los sitios sancionados, pregunta por la norma a aplicar por parte de los periodistas de este diario ante hechos de igual naturaleza: "¿Con nombre o sin nombre?". Concluye que indicarlo podría tener incidencia respecto del prestigio del lugar, como también una advertencia a los posibles consumidores.

La omisión de los nombres no se justifica, y para una información completa debieron incluirse. Pero junto con ello, el título de la nota es errado, porque la seremi de Salud clausuró uno de esos locales y al otro le abrió un sumario.

Esto de los títulos es una cuestión relevante. Por ejemplo, se destacó: "El Papa se reúne con Fidel Castro y critica a quienes intentan imponer su verdad" (29/03/ 2012). Si bien ambos personajes se entrevistaron y la idea es correcta, ese titular podría prestarse para el equívoco de que Joseph Ratzinger se apresuró, como ha sucedido con otros gobernantes, en ir al domicilio de Castro. Por eso debió considerarse, para encabezar la noticia, lo que dijo el cable, que no fue Benedicto XVI el que propuso reunirse con el ex dictador cubano, sino que éste  solicitó una audiencia al Pontífice y, además, el encuentro se llevó a cabo en la Nunciatura, es decir, en "territorio" del Vaticano. Más acertado habría sido titular con "El Papa recibe a Fidel Castro...". Además, hay otro efecto en cuanto a la relevancia de ambos personeros, porque también podría interpretarse que se otorga mayor estatus a Fidel Castro que a Joseph Ratzinger, con los derivados que representa cada uno.

Los titulares son un elemento muy importante en una noticia, constituyen el primer contacto con ella y sirven para captar la atención de los lectores y, en breve, exponer su contenido. Por eso, no deben dar lugar a segundas interpretaciones y, al redactarse, considerar que el mensaje sea asequible para todos. Y, obviamente, responder a la información que se entrega en el texto de la misma.